Zaplana promete un plan de empleo juvenil dotado con 30.000 millones de pesetas El Consell elabora "el régimen urbanístico integrado más moderno de España"

El debate anual de la gestión del Consell resulta un foro propicio para hacer declaraciones solemnes y Eduardo Zaplana aprovechó la declaración institucional sobre Política General para presentar varios compromisos. Así, el presidente de la Generalitat anunció que los presupuestos del próximo año, en fase de elaboración, incluirán una partida de 30.000 millones de pesetas para dotar un nuevo plan de empleo juvenil. "Voy a convocar a los agentes sociales y económicos firmantes del AVEF para proponerles, a través de una agenda concreta y detallada, la elaboración de un plan de empleo que tendrá una cuantía superior en el próximo año a los 30.000 millones de pesetas", dijo Zaplana. "Este plan tendrá puesta una mira especial en facilitar a los jóvenes su incorporación al mercado laboral. La generación de valencianos más cualificada de nuestra historia, la más formada, tiene un papel ilusionante que jugar en la construcción de nuestro futuro", siguió. En materia de ordenación del territorio, el presidente anunció una reforma inmediata de la "insuficiente e inadecuada" legislación actual. Zaplana aseguró que a lo largo del próximo mes de octubre el Consell dispondrá de un anteproyecto sobre ordenación territorial que "hará especial hincapié en la preservación de parajes y espacios relevantes, así como la recuperación de aquellos ya degradados". El objetivo de la nueva normativa será "limitar el desordenado desarrollo urbanístico y recuperar todos nuestro cascos urbanos, tradicionales e históricos". La importancia "estratégica" de la nueva ley requiere, según Zaplana, "diálogo con todos los sectores implicados". Pero el presidente se atrevió a avanzar que la Comunidad Valenciana dispondrá "del régimen urbanístico integrador más moderno de España". El capítulo de promesas incluyó una nueva mención al Tren de Velocidad Alta que debe unir Valencia con Madrid. Zaplana anunció que "en los próximos días se firmará un convenio con la Comunidad de Madrid, con el respaldo del Ministerio de Fomento, para el encargo de los estudios y proyectos que estarán acabados en esta legislatura, y que permitirán, que al inicio de la próxima se puedan comenzar las obras". El Plan Hidrológico Nacional "recogerá el trasvase de aguas del Ebro a la Comunidad Valenciana", dijo Zaplana, a partir de la promesa de acabar "definitivamente con los déficits" que han padecido los valencianos en "materia hídrica y de comunicación". Finalmente, el presidente insistió en la idea de "poner en marcha el consejo asesor de investigación y desarrollo integrado por los científicos ganadores de los premios Rey Jaume I". El balance de la gestión durante los tres últimos años fue un desfile orgulloso sobre una serie de éxitos: "No se puede hacer más en menos tiempo", dijo. La agresiva réplica de Antonio Moreno, portavoz socialista, descolocó al presidente, que se agarró al guión para no perder el norte. Zaplana se mostró sorprendido por la ausencia de "rubor" de Moreno a la hora de verter acusaciones sobre la gestión de su Consell y prefirió fingir calma para desacreditar el discurso tremendista de su rival parlamentario. "Lamento el tono de su discurso tanto por la Comunidad Valenciana como por el sistema democrático", dijo, antes de intentar reducir a Moreno a mero "gregario" de Joan Romero, secretario general del PSPV y futuro rival de Zaplana en las próximas elecciones autonómicas. "He tenido mala suerte, no me he podido medir con el candidato socialista y eso ha limitado el debate", dijo Zaplana al principio de su primera réplica. Moreno se limitó a contestar, en su turno, que "los socialistas representan un proyecto colectivo y no personalista". El presidente se abrigó con una serie de cifras para intentar desarmar las críticas de Moreno y fingió tranquilidad: "No puede usted negar la evidencia, los pueblos saben que su situación ha mejorado para bien". Luego se embarcó en un peligroso juego de acusaciones sobre las relaciones de los socialistas con la justicia, que Moreno invitó a cortar de raíz mientras agitaba con los dedos las transcripciones de las cintas del caso Naseiro, en las que aparece Zaplana.