Dimite Juan Berga, portavoz y coordinador de Nueva Izquierda

Un año justo de su expulsión de Izquierda Unida, Nueva Izquierda ha sufrido ya su primera gran crisis. Juan Berga, uno de los fundadores y hasta ahora su coordinador y portavoz, anunció el pasado miércoles a la ejecutiva del partido que desde el 30 de julio había puesto su cargo a disposición del consejo político. Los intentos de Manuel Alcaraz, de Enrique del Olmo o de la propia Cristina Almeida -que dijo apoyar cualquier decisión de Ber-ga- no hicieron cambiar esta decisión. Poco dura la alegría en la casa del pobre. En este caso, un año, más o menos. El pasado 30 de julio, cuando se cumplía casi exactamente un año de la entrada en la arena política del Partido Democrático de la Nueva Izquierda como fuerza independiente tras su expulsión de IU, se produjo la primera gran crisis de la flamante organización. Juan Berga, antiguo militante comunista, fundador de Nueva Izquierda, anunció que había presentado su dimisión, una dimisión que había solicitado el secretario general Diego López Garrido, que aseguraba haber perdido "la confianza política en la gestión política y económica" de quien hasta hace poco ha sido algo más que su mano derecha.En el escrito que Berga ha presentado a cada uno de los miembros del consejo político -máxi-mo órgano de decisión entre congresos- se hace constar, precisamente, que su actitud nada tiene que ver con cuestiones políticas de fondo, sino con algo "tan confuso y evanescente" como lo que Diego López Garrido llama "pérdida de confianza política". El miércoles el ya ex coordinador hacía ver que difícilmente puede el secretario general, López Garrido, pedir su dimisión cuando su cargo es elegido de forma democrática en el congresos y no por designación de nadie.

Berga, no obstante, señala en su carta que no desea dedicar su tiempo ni el de la organización a temas personales, sino a las cuestiones políticas que en estos momentos sacuden el país. Afirma también que, en cualquier caso, su gestión, tanto política como económica, se ha sujetado estrictamente a los medios disponibles, sobre todo para sacar adelante una nueva organización.