Clemente se va tras seis años y un día en el cargo
La federación y el seleccionador llegaron ayer a un acuerdo para rescindir el contrato que acababa en el 2000
Javier Clemente abandonó ayer el cargo tras seis años y un día como seleccionador. El propio técnico, en conferencia de prensa, vendió que la rescisión de su contrato fue fruto de un acuerdo bilateral entre él y la federación. Clemente se resistió a tirar la toalla, obcecado en cerrar los ojos a una realidad desde hace muchas semanas: un clamor popular pidiendo su "cabeza", inisinuaciones del Gobierno exigiendo medidas... El técnico reiteró una vez más sus ataques a los periodistas, como si fuesen los culpables de su adiós. Lorenzo Serra Ferrer, exentrenador del Mallorca y el Betis y ahora en el equipo técnico del Barça, es el candidato con mayores opciones, seguido de José Antonio Camacho y Luis Aragonés, que no llegaron a iniciar la temporada en sus respectivos equipos, Real Madrid y Betis, al dimitir antes. De momento Iñaki Saéz, segundo entrenador con Clemente, dirigirá a la selección en su partido con Rusia el pròximo 23 en Granada."Ni me han cesado ni he dimitido", aseguró Clemente, pero estaba sentenciado desde hace días: si no dimitía, le destituían. La federación cedió bastante cuando le permitió elegir la fecha para su adiós y le insinuó que la de ayer [por aacontecimientos extradeportivos] podía ser la más adecuada. A las nueve de la mañana, el secretario general de la federación, Gerardo González, llamó por teléfono a Clemente y le dijo que tomara el primer avión a Madrid. Clemente se presentó tres horas después en la federación. Sus dirigentes esperaron su presencia para convocar una conferencia de prensa. La cita no podía tener otro motivo que confirmar su marcha.
Clemente llegó a Madrid con la sentencia firmada después de que un secretario de Estado y no precisamente el del Deporte filtrase que el presidente de la federación estaba deseando que el seleccionador le presentase la dimisión para aceptársela. Así que la reunión que Clemente mantuvo durante tres horas con el presidente y vicepresidente de la federación, Ángel María Villar y Juan Padrón, respectivamente, y Gerardo González, sirvió para concretar los detalles de la rescisión del contrato, que acababa el 30 de junio del 2000, con el final de la Eurocopa. Clemente cobrará el contrato íntegro, unos 175 millones. La federación ha querido ser agradecida con quien ha colaborado en llenar sus arcas como nunca lo habían estado.
Clemente abrió la conferencia de prensa con un monólogo para explicar su adiós justificado "por el ambiente de violencia generado, que estaba afectando a los jugadores, y por el bien de la selección y del fútbol". El último acicate para tomar esa decisión, según Clemente, fue el aviso de bomba que se recibió en la federación una hora antes de que llegase el técnico.
A Clemente le pierde su obsesión por los periodistas. Les acusó de su supuesto linchamiento y les culpó del presunto clima de violencia que se ha generado en torno a la selección: "Ha sido una persecución de cuchillos largos [en referencia a los informadores], pero no me dais miedo. Ustedes no merecen que les tenga miedo. Tengo alguna llaga en la espalda, pero espero que desaparezca en cuanto vaya a pescar. Con el salitre se cura todo. Sólo he recibido puñaladas. Si de bien nacidos es agradecidos, alguno de ustedes no debiera haber nacido. A partir de ahora, borrón y cuenta nueva para algún periodista".
"Espero que a partir de hoy, cuando se va el malo de la película, se apoye a la selección y lleguen los buenos resultados.", fue su deseo. "Me marcho triste. El que más pierde en esta película soy yo. Han sido seis años de la leche. Poder decir lo que uno piensa vale mucho dinero. No hay dinero en el mundo que pague poder opinar de todo el mundo y decir lo que uno quiere y contarle a la cara lo que uno piensa de una gran pluma que escribe en la prensa".
Clemente aseguró que no ha fracasado nunca y que su marcha es una circunstancia del fútbol, que, para el técnico, han creado los medios informativos. "Las pintadas y las piedras lanzadas en mi casa y el escaso apoyo del público que se estaba propiciando para el próximo partido de la selección han creado un ambiente gravísimo para los jugadores, que me ha llevado a este acuerdo. El fútbol español está por encima de mí, porque yo hubiera aguantado, hubiera soportado ese clima".
Sobre su futuro, Clemente dijo: "Soy un culo inquieto. Tengo una oferta de una televisión y me encanta trabajar en el fútbol". Aseguró que la próxima Liga quiere entrenar en Primera y que no lo hará este año porque no está preparado: "No conozco los sistemas de juego de los equipos. Sólo me fijaba en los jugadores españoles".
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