"Este partido lo voy a ganar"
Javier Clemente logró dormir en el avión que trasladó al equipo nacional a Madrid, después de su humillante derrota ante Chipre. El viaje de regreso de Chipre fue demasiado largo, más de cinco horas, para darle vueltas al partido. Apenas se vio molestado. El técnico era el único ocupante de la fila de tres butacas del avión. Ayer, a su regreso a Bilbao, en referencia a su futuro, aseguró que ahora está luchando por ganar otro partido y que está convencido de que lo va a ganar.El seleccionador no fue el único que se pegó un sueño durante el viaje. Buena parte de los directivos de la federación que acompañaron al equipo a Chipre también cayeron en un placentero sueño. Resultó la mejor solución para intentar olvidar por algunos momentos la humillación recibida horas antes.
Clemente, como buena parte de sus dirigentes, apenas hizo comentarios sobre el desarrollo del partido. La tristeza y la desazón fueron el denominador común del viaje. Para los jugadores, el regreso de Chipre fue como uno más de los que realizan con sus respectivos equipos, aunque con cierta preocupación en sus rostros. Fueron reacios a hablar de un partido, que demostraron querer olvidar cuanto antes.
A las siete de la mañana de ayer, apenas una hora después de llegar a Barajas, Clemente tomaba el avión que le trasladaría a Bilbao. Le acompañaban sus más inmediatos colaboradores: Iñaki Sáez, segundo entrenador, y Manuel Delgado Meco, preparador físico de la selección y del Athletic, así como los jugadores del equipo vasco Etxebarria, Alkorta y Ezquerro.
"Estoy ahora peleando y luchando por ganar otro partido. No me voy a ir, no voy a dejar el cargo, y estoy convencido de que voy a ganar este encuentro que voy a disputar ahora, que es el de mi continuación al frente del equipo nacional", confesó a Efe el seleccionador a su llegada a Bilbao. Clemente insistió una vez más en que no tirará la toalla.
"Serenidad", "prudencia" y "reflexión" son los términos que ayer utilizaron los dirigentes de la federación para valorar el futuro de Clemente. La Federación de Fútbol, con su presidente Ángel María Villar a la cabeza, insistió en que hay que asumir la situación con la confianza de que pronto lleguen resultados positivos. "Nada ni nadie puede presionar a la federación para que prescinda de Clemente", avisó por su parte un dirigente federativo ante la posibilidad de que instancias deportivas superiores insinúen la necesidad del cambio.
"Hoy [por ayer] la situación de Clemente, en cuanto a su futuro, es la misma que antes de la derrota de Chipre", aseguraron fuentes federativas. "Para nosotros no hay crisis. Sólo es necesario que vuelvan los resultados positivos. Se falló ante Nigeria en el Mundial de Francia y ahora tampoco es normal que se pìerda en Chipre. ¿Hay quien garantice que sustituyendo al seleccionador van a cambiar los resultados?", se preguntó, a modo de conclusión, un directivo de la federación.
Varios miembros de la directiva aseguraron también ayer que el seleccionador no llegó en ningún momento a ponerles el cargo a su disposición. Le restan dos años de contrato, por los que cobrará 80 y 85 millones de pesetas, respectivamente, además de percibir primas dobles que los jugadores. Clemente cobrará 800.000 pesetas tras perder, frente a las 300.000 de los jugadores chipriotas por ganar. Si consiguiera clasificarse para la fase final de la Eurocopa, Clemente sumaría 20 millones a las primas por cada partido.
La postura del CSD
En el Consejo Superior de Deportes (CSD) también preocupa la situación que atraviesa el equipo nacional y la continuidad de Clemente, aunque un alto cargo de dicho organismo adelantó ayer: "La Federación es la que decide". EL CSD, tras el Mundial, ya trató el "caso Clemente" con el presidente de la federación, al que le recordaron que "no les gustaba el tono que utilizaba" el seleccionador.
