Dulce Morfeo
Agentes del Sector Móvil de la Policía Nacional detuvieron ayer en Figueres al magrebí Abdelbuahad G., de 38 años. El arrestado está acusado de desvalijar al menos a siete turistas que viajaban en el tren Costa Brava mediante un peculiar sistema: les dormía con narcóticos y después, con total impunidad, se apropiaba de sus pertenencias. El Costa Brava es utilizado en verano por un ingente número de turistas, ya que une Madrid con la frontera francesa en Portbou, pasando por Barcelona. Abdelbuahad G. aprovechó esta circunstancia para hacerse con unos dineros. Se montaba en el Costa Brava en Barcelona, a las 7.10, hora de salida del tren. Buscaba un departamento en el que viajara una persona sola, preferentemente turista y extranjera. El presunto ladronzuelo entablaba conversación con el incauto viajero, se granjeaba su confianza y, acto seguido, como muestra de amistad, le ofrecía un zumo envasado. El recipiente del zumo contenía un potente narcótico que dejaba al turista balanceándose en los plácidos brazos de Morfeo, dios del sueño griego. Era el momento de saquear a los inocentes viajeros, de descender del tren y de regresar a Barcelona para poner el botín a buen recaudo. Las víctimas, dormidas como marmotas, continuaban el viaje en el departamento, totalmente ajenas a lo que sucedía a su alrededor. Tan narcotizadas iban que, cuando el tren llegaba a Portbou -final del viaje ya que los viajeros que continúan hacia Francia deben cambiar de tren y coger uno francés- no se enteraban de nada y permanecían sumidas en un profundísimo sueño. Tan desmayadas iban que tenían que ser despertadas por los servicios de limpieza de los trenes que, al final de cada recorrido, ponen en condiciones el convoy para el nuevo viaje. Abdelbuahad G., cuya cicatriz en la cara fue descrita por los turistas que denunciaron haber sido robados por él, empezó a actuar en junio, pero la policía no descarta que hechos similares ocurridos el año pasado sean obra suya.
