_
_
_
_
FÚTBOL PRIMERA JORNADA DE LIGA

El Alavés se acredita ante el Betis

El conjunto de Mané muestra sus hechuras habituales ante un rival muy disperso

El reparto de responsabilidades resultó más liviano para el Alavés. A su cargo estaba el reencuentro con la élite tantos años después, la extrañeza del exilio en San Mamés y la condición de novato frente a un equipo distinguido. A costa del Betis corría la cuenta de resultados, porque no en vano invirtió más que nadie en remozar el plantel, y su condición de alternativa le obligaba a ejercer su autoridad sin miramientos, por ecnima de convulsiones veraniegas que han apestado su banquillo. El Alavés está hecho; el Betis, no. El pedigrí de sus respectivas nóminas se aminora por esta circunstancia. Y el partido se equilibra e incluso en ocasiones se inclina hacia el orden y la entrega de los humildes en detrimento de un Betis más atribulado e inconstante.Todo el orden que le sobra al Alavés, lo añora un Betis que aún no conoce el diseño y el estilo de Cantatore. El partido se discutía, más que nunca entre el bloque y las individualidades. Denilson, el factor diferencial, necesita más minutos para conjugar el ritmo de la liga española con la posición adecuacada en el campo (ayer rebuscó sin éxito su lugar con libertad de movimientos). Finidi maniobra en velocidades cortas y Alfonso manifiesta errores impropios de tacto en sus botas.

En tales circunstancias, al Alavés le bastó la memoria y la autoestima para contrarrestar su noviciado y atraerse el partido a su terreno. Su juego, como en Segunda, resulta engañoso. Parece reservado y conservador y sin embargo, al amparo de los minutos se va adueñando del balón y atestando de dificultades el juego del rival.

El Betis disfrutó de su autoridad una pequeña porción de minutos, al inicio. Los malgastó lastimosamente, incapaz de procurar un asomo de gol y limitado a un intento de ejercicio táctico para dominar el mando del partido. El Alavés le fue reduciendo el terreno hasta ganarle el balón y el campo. Sólo la ausencia de delanteros específicos le impidió traducir en gol alguna de las opciones fabricadas en el área de Prats. El joven Morales disfrutó la mejor al filo del descanso: lo inhabitual del caso se lo impidió.

Juego discontinuo

El Alavés no deslumbra, trabaja y rebusca después en la envergadura de Canabal o en los desmarques de Sivori sus oportunidades de éxito. El jugador madridista se convierte en una referencia necesaria para ganar metros y apurar a los defensores. A él como a sus compañeros les falta toque para resolver los contragolpes. La defensa del Betis padeció demasiados rigores para contrarrestar esta circunstancia.La segunda mitad le otorgó al Betis mayor jerarquía. Denilson asumió la responsabilidad de gestionar el fútbol de su equipo y entresacó un par de ocasiones que intimidaron a los defensores del Alavés.

El partido tenía un tono discontinuo, más productivo en ocasiones para el Alavés, sin un mando definido en ningún lugar del terreno. En tales situaciones, la voluntad resulta más rentable que la imaginería, si ésta (como le ocurre el Betis) no afina su diseño. El debú liguero dejó los misterios del Betis en el aire: el lugar de Denilson, la creatividad del equipo, su aplicación defensiva. El Alavés enseñó todos sus argumentos: orden, disciplina y una dosis inacabable de trabajo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_