Un joven atleta con una progresión imparable

Si algún atleta ha estado predestinado para el éxito, ése es Reyes Estévez, un talento natural del medio fondo que ha hecho fortuna en todas las categorías. Era el mejor cadete de su generación, el mejor juvenil, el mejor junior y ahora es el mejor de Europa. La persistencia de Cacho, aún en condiciones de contestar al nuevo campeón, es una excelente noticia para el atletismo español. De alguna manera se renueva el duelo que mantuvieron José Luis González y José Manuel Abascal en los años 80. Con una diferencia: Cacho y Estévez se aprecian, todo lo contrario del desdén que sentían González y Abascal el uno por el otro. El joven campeón está dirigido por Gregorio Rojo, una institución entre los entrenadores españoles. Rojo, afincado en Barcelona, fue el tutor de José Manuel Abascal, un atleta muy diferente a Estévez, que dispone de más recursos que aquél. Abascal fue un producto de la constancia, de una voluntad infatigable que le rindió enormes beneficios, pero sufría algunas limitaciones evidentes, como su incapacidad para desbordar en las carreras tácticas.

Estévez sí remata en ellas y tampoco tiene muchos incovenientes para adaptarse a los ritmos trepidantes de las grandes reuniones. Aún no se atreve a seguir a El Guerrouj y da la impresión de dudar de su verdadero talento, pero los resultados le ofrecen datos diferentes. Ya ha bajado de 3.31 minutos, ha ganado el Europeo y el bronce Mundial. Es decir, ha dado el salto entre el prometedor mediofondista que fue y el campeón que es ahora mismo.

El rendimiento de esta victoria tendrá que verse en breve. En cuestiones de autoestima, Estévez tiene que estar sobrado. De ninguna manera será el muchacho que se acerca con timidez a El Guerrouj, Morceli y Fermín Cacho. Su progresión ha sido inigualable. A su edad, es la única amenaza real para El Guerrou. Quizá suene excesivo, a la vista de los 3.26 minutos del marroquí, pero todo indica que Estévez comienza a explorar un nuevo territorio. Por debajo de 3.30, desde luego. Y acaba de cumplir los 22.