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El PSOE descarta enviar la oferta de diálogo a IU después del aluvión de insultos recibidos

La proximidad de las elecciones municipales de junio de 1999 alejan cada vez más las posibilidades de diálogo entre el PSOE e Izquierda Unida. Aunque los socialistas habían anunciado que a principios de septiembre enviarían una oferta de acuerdos concretos a la federación, las reiteradas declaraciones adversas de IU y el "aluvión de insultos" han empeorado aún más las relaciones. En estos momentos, el PSOE descarta el acercamiento. "Existe una indignación muy grande entre los militantes, y con este clima es muy improbable la oferta", señala el secretario de Organización del PSOE andaluz, Luis Pizarro, quien, no obstante, añade que esta decisión se analizará en la primera ejecutiva regional tras las vacaciones.

Pizarro ya lo había insinuado a principios de julio. El dirigente socialista avisó de que la intención del PSOE es hacer un llamamiento al voto útil y dirigirse al espacio político de IU si esta formación persistía en coincidir, tanto en declaraciones como en objetivos, con el PP. Pese a la estrategia de ir a por todas, Luis Pizarro dijo que, una vez pasado el periodo estival, su organización haría una oferta con temas concretos de política de izquierdas para intentar un acercamiento, una especie de "prueba de selectividad en la convocatoria de septiembre". Pero los ataques de distintos dirigentes de IU hacia "referentes muy queridos y respetados por los socialistas", según Pizarro, sobre todo, "el aluvión de insultos" han cambiado las cosas. En estos momentos, el PSOE andaluz ni siquiera se plantea enviar el documento de cortesía y dejará las cosas tal como están. "El clima actual hace muy difícil la posibilidad de hablar de nada, no se puede estar insultando permanentemente y colocarse al lado de la derecha más reaccionaria de este país, y al mismo tiempo decir que están abiertos a una negociación", reflexiona el socialista, quien dice estar cada vez más convencido de que la estrategia de IU es puramente de "marketing". "Por un lado", añade, "son conscientes de la sangría de votos que producen los frecuentes guiños a los postulados del PP, pero, por otro, les puede la visceralidad y el odio hacia los socialistas, se les afloja la lengua y dicen lo que en realidad piensan". Pretextos La tesis que manejan los socialistas es que las llamadas al diálogo de IU son una cuestión puramente táctica para que el PSOE no acapare la mayoría progresista del electorado. Y el secretario de Organización de los socialistas pone como ejemplo las sucesivas condiciones que exige la federación de izquierdas cuando se aproxima cualquier oportunidad cierta de celebrar una reunión, muchas de ellas, afirma Pizarro, claramente imposibles, como la ruptura del pacto del Gobierno con el PA o la destitución de cuatro consejeros del Gabinete de Manuel Chaves. Para el socialista se trata de meros pretextos para huir de un posible compromiso o, si se llega al caso de plantear un documento con puntos concretos, no ponerse en evidencia al demostrar que, en realidad, no quieren pactar nada con el PSOE. De hecho, en el pasado curso político, varias entrevistas que habían sido ya concertadas fueron suspendidas. Ni siquiera se celebraron reuniones de segundo o tercer nivel entre las dos organizaciones andaluzas de izquierda, mientras que sí fueron posibles contactos entre miembros de IU de la comunidad y dirigentes socialistas de Madrid. "Está claro que no hay voluntad ninguna", señala Luis Pizarro. "¿Cómo se puede pedir diálogo con la cantidad de barbaridades y calumnias que nos dirigen diariamente? Hay una indignación muy grande entre los militantes", añade. Los socialistas han hecho un paréntesis en el mes de agosto respecto a los preparativos de la campaña electoral que retomarán tras la primera reunión de la ejecutiva regional en septiembre. Además del carpetazo definitivo a virtuales conversaciones con Izquierda Unida, cuyo coordinador regional en Andalucía es Antonio Romero, en la agenda de la convocatoria figurarán también los presupuesto de la comunidad autónoma y los del Estado para el proximo año. Según Pizarro, el curso político que se avecina estará fuertemente marcado por las municipales y es de esperar que su desarrollo sea siempre en clave electoral. En este sentido, el argumento que usarán los socialistas frente a su adversario más poderoso, el PP, es la ausencia de proyectos propios de los gobiernos municipales bajo mando popular y las promesas incumplidas de todos sus alcaldes.

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