_
_
_
_

Agosto

PACO MARISCAL Descartes dijo que existimos porque pensamos, y Pío Baroja completó la frase más tarde indicando que existimos porque se ve, se oye, se anda y se tienen sensaciones. Uno y otro axioma conservan su validez en agosto, cuando ensordece el tráfico de la autopista A-7. En el País Valenciano, se ande por donde se ande el mes de agosto, se oye, se ve y se percibe con inmediatez la fiesta, el calor, la saturación del tráfico y el reencuentro anual en el pueblo con los viejos compañeros de correrías infantiles. A mediados de este mes desciende un tanto el ajetreo en las calles de nuestras ciudades y la A-7 de peaje, y las mejor o peor asfaltadas carreteras comarcales valencianas reciben el bramido incesante de motores acelerados. Pero la percepción del ruido de automóviles, como la sensación de cuanto se ve y se oye, no es única sino cambiante: depende del prisma o el estado de ánimo de quien contempla las cosas o las vive. En ese cuadro impresionista de sensaciones aparecen siempre entre nosotros, y en agosto, las fiestas: en Cortes de Arenoso, la sensación es el sabor del agua sin nitratos y la peña El Moco rindiéndole homenaje a los ancianos de la localidad durante sus celebraciones patronales; en Albocàsser, es el aire fresco de la mañana si uno asiste al rosario de la aurora que figura en el programa de fiestas; en Culla invade un olorcillo de morcillas asadas las calles de la villa a cuyos visitantes se les ofrece incluso huevos para cenar; en Nules, la sensación de tedio se combate eligiendo a una Guapa del Mar de silueta publicitaria y piel tostada. Y por doquier los toros con fuego en las astas, las paellas colectivas y las cenas de sobaquillo, mientras en la A-7 no cesa el graznido incesante de motores. Es la inmediatez que se vive y se ve y se oye, se ande por donde se ande. Aunque si nos distanciamos del trazo inmediato, de la sensación impresionista y vacacional, que cada cual percibe e interpreta según Dios o el diablo le dieron a entender, el pensamiento o la reflexión nos conducen a otras realidades que existen también en agosto: en la comarca de Els Ports de Morella, los sensores de ozono detectan un deterioro del aire que se respira, cuyos límites peligrosos alcanzan a niños, ancianos y otros ciudadanos valencianos con problemas pulmonares; y, claro está, alguien o algo deteriora la atmósfera y pone, un día sí y otro también, partículas de azufre en suspensión o dióxido de nitrógeno o monóxido de carbono; en Elche, las bellas notas ancestrales de la música del Misteri, que son patrimonio de la humanidad, acuden hacia el 15 de agosto con 238 heridos por la pólvora y el estruendo exagerado, que son patrimonio del disparate y la permisividad excesiva que tantas veces convierte la fiesta en incordio, y en Castalla y en Valencia, el Partido Popular gobernante nos ofrece la mejor estampa agosteña de la desconsideración hacia uno de los hombres más representativos de la literatura valenciana y en valenciano, el escritor Enric Valor: una anécdota significativa, fea y fina para el anciano y digno Valor en su pueblo natal es eso de negarse a que una escuela pública lleve su nombre. Y aprieta el calor y ruge la autopista de peaje A-7.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_