La selección apuesta por un éxito en toda regla

La selección de baloncesto vuelve a sentirse encarrilada sobre la vía del éxito. El cuarto día en el Mundial 98 fue de descanso y sirvió para que, una vez hecho el recuento de las tres victorias obtenidas en otros tantos partidos, los componentes del equipo español no pudieran sustraerse a la tentación de hacer cuentas más allá de su intención inicial por centrarse única y exclusivamente en lo más inmediato, el encuentro de hoy ante Brasil (21.00, La 2). La cosecha lo permite.España afronta una segunda fase en la que parte con la ventaja de sumar ya tres victorias y en la que, además de Brasil, jugará contra Estados Unidos el lunes (21.00) y contra Lituania el martes (16.30). Un triunfo en alguno de esos tres partidos aseguraría aritméticamente el pase a los cuartos de final, que se disputarán a partido único el viernes. "No nos vamos a conformar con esto", dijo rotundo el seleccionador, Lolo Sainz, ayer en el hotel Chandris, lugar de concentración de la selección española, muy cercano al puerto de El Pireo.

Sainz, al igual que todo el baloncesto español, es muy consciente del listón que le separa de un éxito en toda regla: el acceso a las semifinales. "Es algo que nunca he logrado [se estrenó como seleccionador con un décimo puesto en el Mundial 94 para proseguir con un sexto puesto en el Eurobasket 95 y un quinto en el del año pasado en Barcelona]. Ahora el objetivo sería evitar a Grecia y Yugoslavia en cuartos de final, ya que previsiblemente van a ser los dos primeros del otro grupo. Para ello tendríamos que ganar dos de los tres partidos que nos quedan".

Los jugadores españoles repiten que ellos van partido a partido, pero acaban por desvelar unas cuentas que coinciden con las hechas por Sainz. "Lo que todos soñamos es estar en semis" concluye Roberto Dueñas. "Para eso vamos a ir a ganar partido a partido y así evitaremos a Yugoslavia y Grecia". Si fuera de esa forma, el posible rival español en ese crucial partido de cuartos de final sería Rusia o Italia, aunque todo ello no deja de ser, por el momento, más que un simple cálculo de probabilidades en un torneo en el que se prevé una enorme igualdad y que se mantiene sin favoritos claros. "Es que en España pasamos del cero al infinito", opina Sainz, "pero no en baloncesto, sino en todo: en política, en bolsa... Antes que nada vamos a afrontar el partido contra Brasil con humildad y con respeto".

El seleccionador subraya como principal virtud de su grupo la defensa que está practicando: "Eso da confianza y, partiendo de ello, se puede resolver en ataque. Tenemos un gran espíritu defensivo incluso en jugadores cuya mejor virtud no es ésa precisamente. Porque si los jóvenes vieran por ejemplo que Herreros se toca la nariz en defensa..." El cuerpo técnico de la selección, también integrado por Javier Imbroda y Gustavo Aranzana, trabajó ayer de forma específica en algunos de los movimientos en ataque en los que los jugadores se han mostrado más remisos. Esa laguna ha propiciado que las victorias ante Australia y Argentina fueran al límite y por un solo punto de diferencia: "Espero que al menos ganemos por tres puntos la próxima vez, porque uno no aguanta mucho más", dijo Sainz sin reparar en la reflexión con la que un periodista contribuyó a hacer más distendida y más divertida la conversación: "¡Bien. Pero no esperará que sea con un triple en el último segundo¡". El seleccionador reflexionó: "Estamos sufriendo mucho [España se impuso por un solo punto a Australia y a Argentina], pero ganar de forma apurada es bastante positivo. Eso ayuda a que hagamos todavía más piña. Esa serie de resultados nos motivan. Pero creo que el equipo está preparado también para el día en que la resolución de un partido pueda ser la misma, pero al revés".

Sainz admitió que el campeonato no está deparando un gran espectáculo, aunque, en su opinión, la igualdad y la emoción compensan ese aspecto. Aludió a la irregularidad exhibida por casi todos los equipos y se quejó de la cantidad de tiempos muertos con los que el juego es interrumpido: existe la posibilidad de 16 tiempos de cien segundos cada uno en cada partido, ocho para los entrenadores y ocho para televisión. Agregó que muchos jugadores se están quejando de la dureza de los aros, lo cual explicaría los bajos porcentajes de acierto desde la línea de tiros libres. Opinó que, frente a Brasil, la selección española deberá hacer notar su mayor fortaleza en el juego interior y tratar de defender lo mejor posible a los tiradores, como Klafke, de cuyo marcaje se encargará Carlos Jiménez. Hasta ahora apenas ha dispuesto de minutos, pero, según Sainz, entrarán algunos jugadores en razón de las necesidades específicas para partidos determinados.