Steels suma su tercer triunfo en una jornada intrascendente
El campeón belga, Tom Steels, sumó su tercer triunfo en una etapa intrascendente, como todo lo que queda ya de carrera. Tan frío fue su triunfo, que tras un apretado sprint ganado al alemán Erik Zabel, el líder de la clasificación por puntos ni siquiera levantó los brazos. Nadie tiene ánimo para eso ya. Bastante embolado es para los supervivientes (casi la mitad sólo de los que salieron de Dublín) llegar a París como sea. Más de uno o de cincuenta están haciendo de tripas corazón para seguir pedaleando en las circunstancias actuales.
Vasseur, Mengin, Donati y Desbiens (uno de los que fue efímero líder) no se acordaron de que Leblanc habían sido solidario con Jalabert y los equipos españoles, y que Massi, nada menos que el líder de la montaña, estaba detenido, a lo mejor vestido incluso con la camiseta de lunares. Saltaron en el kilómetro 50 y llegaron a tener seis minutos de ventaja en el 100.
Pero era una fuga testimonial para justificar a Jean Marie Leblanc, el director del Tour, su petición dramática de que lleguen a París "porque será el triunfo de todos". Como mandan los cánones, el pelotón los cazó cerca de Neuchâtel (ya en Suiza, a salvo de registros), y la jornada se decidió en el correspondiente sprint. El Telekom trabajó para preparar el camino a Zabel, pero éste arrancó solo demasiado pronto y fue superado por Steels.
