El PA se suma al debate nacionalista de la "Declaración de Barcelona"
El Partido Andalucista (PA) se sumó ayer al contenido de la llamada Declaración de Barcelona, un documento firmado el pasado 16 de julio por Convergència i Unió, Partido Nacionalista Vasco y Bloque Nacionalista Galego en el que se establece una estrategia de colaboración para que se reconozca la "realidad nacional" de Cataluña, Euskadi y Galicia y con el que se persigue un "cambio de cultura política" basada en la diversidad. El secretario general del PA, Antonio Ortega, tras mantener en Sevilla un encuentro con responsables de las tres formaciones nacionalistas, consideró "perfectamente asumible" el documento y se mostró dispuesto a participar en futuros foros de debate.
Ortega se entrevistó con el coordinador territorial de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), Josep Camps; el secretario de Organización del BNG, Francisco García; y con el secretario del Euskadi Buru Batzar (consejo ejecutivo) del PNV, Ricardo Ansotegi. Los tres explicaron que su iniciativa de debate no se ha planteado de forma "excluyente de nada ni de nadie", pero justificaron el hecho de que en la firma del documento no participen otras formaciones en razones históricas, ya que la coordinación de estrategias entre nacionalistas gallegos, catalanes y vascos data de 1923. Ortega les entregó un documento con las propuestas del PA, que hoy será debatido por la ejecutiva, y afirmó que la Declaración de Barcelona "no está lejos" de los postulados andalucistas de configurar un Estado federal "entre pueblos libres e iguales". No obstante, el documento propone "la acción conjunta para configurar un Estado plurinacional de tipo confederal". Pese a esta notable diferencia, los cuatro dirigentes políticos incidieron más en los aspectos positivos que generará el debate, que en las diferencias políticas que les separan y que quedaron claras cuando se les preguntó si lo que persiguen es la reforma de la Constitución española. El representante del Bloque no dudó en su respuesta: "Si tuviéramos fuerza para cambiar , mañana mismo lo haríamos". Josep Camps matizó: "El actual modelo constitucional permite avanzar mucho. Ahora bien: si hubiera que plantearse una reforma constitucional y se dan las condiciones, no tendríamos ningún problema en plantearlo". El dirigente catalán se quejó de la "sacralización" de conceptos como el de soberanía o el de nación y afirmó que la reforma constitucional vendrá por sí sola si se produce el debate que genere un cambio de cultura política. Ansotegi apostilló: "Los derechos nacionales de Euskadi, Galicia, Andalucía y Cataluña son anteriores a los de la Constitución. Y cada vez que se plantea una reflexión se descalifica", en alusión al PP y PSOE. Todos coincidieron que las reflexiones que provoque la Declaración de Barcelona "no deben asustar a nadie" y afirmaron que el modelo federal que defienden los partidos con implantación nacional también supondrá una reforma de la Constitución. Ortega apostilló: "No es razonable que en las conferencias sectoriales, Madrid tenga el mismo voto que Andalucía en Agricultura. Y digo Madrid por no poner el ejemplo de Ceuta. Esto no puede ser serio".
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