Detenidos seis corredores del Festina

El escándalo persigue al Tour sin remedio. Y cada día que pasa adquiere caracteres más inauditos y más alejados del ámbito deportivo. Las investigaciones de la justicia francesa sobre el oscuro mundo del dopaje cobraron ayer un nuevo impulso. Anoche permanecían detenidos en diferentes comisarías dos dirigentes del equipo Festina y seis de los nueve corredores que fueron expulsados del Tour hace una semana (Virenque, Dufaux, Zülle, Hervé, Rous, y Stephens), mientras los tres restantes -Brochard, Moreau y Meier- fueros puestos en libertad a última hora de la noche. Asimismo, dos miembros del conjunto holandés TVM (el director, Cees Priem, y el médico Andrei Mihailov), permanecían también en dependencias policiales después de que el juez prolongara su detención 24 horas, mientras ponía en libertad a los otros cuatro miembros del equipo.En la cárcel siguen otras tres personas, los primeros caídos del caso Festina, Bruno Roussel, Eric Ryckaert y Willy Voet, que hoy se verán cara a cara en un careo. Probablemente serán puestos después en libertad provisional. En medio de tanto ajetreo judicial-policiaco, la dirección del Tour mantuvo silencio. Jean Marie Leblanc no anunció ninguna medida contra el equipo holandés, cuyos corredores tomarán probablemente la salida hoy de la 12ª etapa. Es la primera vez en la historia que un deportista es detenido por la policía por un asunto de dopaje.

Día de descanso

Pensaba el Tour que, expulsado el Festina, la atención mundial se centraría definitivamente en la actuación de Ullrich y su rivalidad con Pantani, pero los sucesos de orden judicial volvieron a precipitarse ayer, en la jornada de descanso, otro día en el que el pelotón no tenía actividad y los equipos se encontraban desperdigados en pequeños hoteles por las faldas de los Pirineos. Seis integrantes del TVM eran trasladados a la comisaría de Pamiers para ser interrogados. Era una repetición del caso Festina una semana después. El impacto fue seco, pero los sucesos se multiplicaban: en Lyón, tres miembros del equipo Festina, Miguel Moreno, Michel Gros y Joël Chabiron entraban a declarar como testigos en la comisaria. Según fuentes jurídicas, los tres quedaron detenidos, aunque poco después Chabiron, el hombre de la logística del equipo, quedaba en libertad. A las 14.00 horas estaban citados los nueve corredores expulsados del Tour: también quedaron detenidos. La confusión invadió de nuevo la escena: las conferencias de prensa de Ullrich, Pantani y el norteamericano Julich quedaron en un segundo plano. Algunos directores se comunicaban por teléfono al tiempo que se preguntaban si tenía algún sentido seguir en la carrera, mutilada y bajo sospecha. La dirección del Tour anunciaba una conferencia de prensa que luego desconvocaba. ¿Expulsarían al TVM? ¿Podría soportar el Tour una segunda expulsión?.A las ocho de la mañana, la policía se presentaba en el hotel de La Rocade de la pequeña localidad de Pamiers, donde se alojaba el TVM. Preguntaba por el director, Cees Priem. Escoltado por dos policías tuvo que trasladarse a la comisaría para declarar; posteriormente, se le unían el médico del equipo, Andrei Michailov, y un mecánico, cuyo nombre no se ha revelado. A las tres y cuarto de la tarde, la policía regresaba al hotel para detener al segundo director del equipo, Hendrik Redant, y a dos personas más. La noticia la confirmaba un portavoz del equipo, al tiempo que reconocía que la policía se había llevado tres cajas con diversas pertenencias. También registraron todos los coches del equipo y las habitaciones de todos los corredores, mecánicos, masajistas, médicos y directores. Un portavoz de la casa patrocinadora, TVM, que se dedica a los seguros de transportes, manifestaba que se "esperaban la noticia, máxime siendo la jornada de descanso" al tiempo que expresaba su confianza en el equipo.

Lo sucedido parecía una consecuencia lógica a la vista de que el 4 de marzo un camión del TVM fue registrado en la localidad francesa de Reims, que halló en su interior 104 jeringuillas precargadas de EPO. El hallazgo provocó el interrogatorio de los dos mecánicos que ocupaban el vehículo y la apertura de un expediente por el juzgado de Reims. Los dos mecánicos, cuyos nombres se desconocen, fueron puestos en libertad, y el caso quedaba pendiente de su envío al juzgado correspondiente. Allí estaba dormido hasta que la explosión del caso Festina lo aceleró.

También muy de mañana empezaron a acudir a la comisaría de Lyón a declarar todos los miembros del equipo Festina. El juez de Lille Patrick Keil los había citado como testigos hace una semana a la vista de las declaraciones de Roussel, Ryckaert y Voet, que les implicaban en una trama destinada a aprovisionarse de productos dopantes. Se quedaron en el local policial en detención preventiva el español Miguel Moreno (el histórico director del equipo) y Michel Gros, el segundo director y hombre de confianza de Roussel. Los corredores, también citados como testigos, habían pedido al juez garantías de que no serían detenidos. Los más exigentes en ese sentido fueron los tres suizos (Dufaux, Zülle y Meier). Dado que el hecho del que se les puede acusar (tráfico de sustancias dopantes, en el que estarían inmersos por su supuesta participación en una caja negra para financiar su compra) no tiene carácter de delito más que en Francia, el juez necesitaría una comisión rogatoria para detenerlos en el extranjero. Llamándolos como testigos a una comisaría y prometiéndoles que no habría consecuencias jurídicas a su declaración, los podía detener in situ sin problemas.

Así hizo. Dos horas después de entrar a declarar, una fuente judicial anunció que permanecerían detenidos 48 horas -aunque tres salieron anoche-, el tiempo legal para que el juez tome una decisión: puede encausarlos o puede dejarlos en libertad sin cargos. Según el abogado de Virenque, la detención la había anunciado el juez como un hecho en interés de su defensa; según otras fuentes, fueron los propios corredores quienes solicitaron la detención preventiva.

Virenque, el líder del equipo Festina, se mostró desafiante en una declaraciones al diario Le Figaro: "Voy a devolverles la pelota a todos los que me han atacado. Algunos tenían interés en pararme y es necesario desenmascarar a los hipócritas. Se nos ha acusado sin base".