Miquel advierte que la reforma de estatutos de Intercitrus será inútil si no se llega a acuerdos
La asamblea extraordinaria que la interprofesional citrícola Intercitrus celebró ayer aprobó la reforma de estatutos que abren el camino a que esta organización sea reconocida por los ministerios de Trabajo y de Agricultura como eje fundamental del sector. Una reforma que, en palabras del presidente de Intercitrus, José Miquel, ha sido fruto de la generosidad de las partes y de un gran esfuerzo negociador. Un esfuerzo que, según Miquel, puede quedar en agua de borrajas si el sector no es capaz de llegar a acuerdos que justifiquen la existencia de la interprofesional.
Según Miquel, Trabajo podría aprobar antes de finales de mes o a primeros de septiembre -ya que agosto no es hábil- la calificación de interprofesional para Intercitrus, por lo que su inscripción en el registro del Ministerio de Agricultura podría fraguarse antes del inicio de la campaña citrícola. "Con la reforma de los estatutos, sentamos las bases para el desarrollo del sector, pero si después no hay acuerdos servirá de muy poco", advirtió Miquel tras la asamblea. Unos acuerdos que continúan precisando de unanimidad en la organización, uno de los aspectos discutidos de los estatutos, pero que no se ha modificado. "Quizá dentro de unos años sea posible cambiar esta unanimidad por mayoría, por lo que será más fácil lograr acuerdos", auguró. El cambio estatutario se refleja básicamente en la composición de Intercitrus. Seis colegios, divididos en la rama de producción y en la de comercialización, obtendrán, de manera paritaria, dicha representación. Las organizaciones profesionales agrarias (Asaja, COAG y UPA), las asociaciones de productores cooperativas (CCAE) y las asociaciones de productores afines al comercio privado (AOPCC -próximos al Comité de Gestión de Cítricos- y Citrusat -comercio privado no vinculado al comité-), ostentan la representación de la producción. Mientras, las asociaciones de cooperativas (CCAE y Citrusat), las asociaciones de comercio privado (Comité de Gestión) y las asociaciones de industria de transformación (Aizce y Aefa) forman la rama de la comercialización. La financiación continuará dependiendo de la Generalitat, que en el próximo ejercicio aportará 40 millones de pesetas, según anunció la consejera de Agricultura. Lo más importante de esta adaptación a la legislación de interprofesionales es que las decisiones que tome Intercitrus serán vinculantes para todo el sector. Este hecho adquiere relevancia ante la campaña de promoción de cítricos, ya que todas las transacciones que se realicen deberán aportar siete céntimos por kilo para subvencionarla. Miquel anunció que Industria aportará 100 millones de pesetas para promoción, mientras que Ramón-Llin dijo que se repetirá la campaña de promoción que, por 200 millones, hizo Agricultura el año pasado.
Los exportadores y Zaplana
Una representación del Comité de Gestión para la Exportación de Cítricos, encabezada por el presidente, Octavio Ramón, se reunió ayer con el presidente de la Generalitat,Eduardo Zaplana, en un contacto que quedaba pendiente a causa de la reciente operación de apendicitis del titular del Consell. Zaplana se comprometió ante los exportadores privados a defender ante Bruselas que las subvenciones de la Unión Europea para el periodo 2000-2005 no se reduzcan. Ramón, por su parte, pidió a Zaplana ayudas para las campañas que desde Intercitrus se van a realizar para fomentar el consumo de cítricos. La representación del comité también pidió a Zaplana representación en el Ivex, donde hasta ahora no estaba presente. El Comité de Gestión celebra mañana una asamblea en la que se reelegirá a Octavio Ramón como presidente de la organización de exportadores. La elección, que hasta ahora se celebraba en septiembre, se ha adelantado para poder encarar la campaña citrícola desde el principio. Ramón es el único que ha presentado candidatura al cargo.
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