Persiste el problema del doble

, Una parte de las expectativas creadas en torno a la pareja formada por Javier Sánchez y Julián Alonso se quemaron ayer en tres horas y siete minutos. El doble español perdió frente a Marc Rosset y Lorenzo Manta por 3-6, 6-3, 6-4, 5-7, 6-2, y dejó para los dos últimos individuales la solución de la eliminatoria contra Suiza. Hoy (12.00, La 2) Carles Moyà se enfrentará a Marc Rosset y Àlex Corretja a Ivo Heuberger. España gana ahora por 2-1 y las posibilidades de que alcance las semifinales siguen siendo muy altas.La última prueba de Manuel Santana tampoco resolvió el problema. En las siete eliminatorias que lleva como capitán del equipo español en su última etapa, Santana ha probado siete parejas. Sin embargo, el doble sigue siendo la asignatura pendiente de este equipo, capaz de ganar la Copa Davis. Tras la derrota de ayer, el balance es aún más desesperante: sólo una victoria en siete partidos. Algunas de esas derrotas resultaron deplorables.

La renuncia de Corretja a disputar el doble situó a Santana ante la tesitura de volver a cambiar la pareja. "Yo había apostado por la continuidad de Javier y Àlex. Y así se lo dije a Julián", reconoció ayer Santana. "Sin embargo, mi apuesta por Alonso es clara. Confío mucho en él y ayer no me decepcionó", agregó el capitán. "Si él y Javier juegan juntos en el circuito y España gana la eliminatoria, les daré continuidad".

¿Cuál fue la aportación de Javier y Julián a la búsqueda ya desesperada de un doble con garantías? Cada cual aportó lo que pudo. Javier, su experiencia y su profundo conocimiento de lo que debe ser un doble. Y Julián, su juventud, su potencial y una pasión desbordante por debutar en la Copa Davis. Sin embargo, no fue una pareja que jugara como un doble, ni mantuvo la regularidad necesaria para ganar. "A mí me aportaron muy buenas vibraciones. Me han gustado", señaló Santana. Y Javier agregó: "Me sentí cómodo con Julián, igual que me había sentido con Francis Roig en Italia. Con Corretja en Brasil ni siquiera me sentí porque la presión fue increíble. Creo que podemos jugar bien. Porque hoy ya lo hicimos: nunca estuvimos perdidos y tuvimos muchas opciones que desaprovechamos".

El partido comenzó por unos derroteros esperanzadores para la escuadra española, pero se torció en la segunda manga cuando, sobre el servicio de Manta, Julián y Javier desaprovecharon cinco oportunidades de rotura. Hasta entonces habían controlado y habían jugado a un alto nivel en la parte final de la primera manga, que se adjudicaron en 29 minutos. Pero comenzaron los problemas. ¿Fue falta de concentración, exceso de tensión, bajada de biorritmos? La cuestión es que en el juego siguiente Javier cedió su saque y en vez de verse dominando por 4-2 se encontraron con este resultado adverso.

Perdieron aquella manga y la siguiente y forzaron el quinto set -tras salvar una bola de rotura en el noveno juego- en última instancia y rompiendo de nuevo el saque de Manta. Pareció que recuperaban el tono y el ascendente sobre los suizos. Pero Julián perdió su saque de entrada tras dominar el juego por 40-15. Les dejaron levantar de nuevo y allí llegó el hundimiento final. "Aquello fue un golpe bajo. Todo fue tan rápido que no me di ni cuenta", reconoció Alonso. Era el primer saque que perdía. Javier lo había cedido tres veces y aún lo perdió otra (1-4), que resultó decisiva.

"Antes de venir a España ya sabía que sólo en el doble podía haber cierta igualdad", dijo Rosset, que junto a Manta han disputado cuatro partidos de dobles en la Copa Davis y han ganado tres. "Sin embargo, esa victoria sólo nos concede 24 horas más de vida". Ése es el convencimiento general. Sería una sorpresa que Moyà y Corretja perdieran hoy los dos últimos puntos.

Si España accede a las semifinales se enfrentará a Suecia o a Alemania. Los suecos dominan por 1-2. Italia supera a Zimbabue por 2-0 y Estados Unidos a Bélgica por el mismo resultado.