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Esteve dice que a Euskadi, Cataluña y Galicia aún les falta "justicia" y "libertad"

Enric González

Las palabras "libertad" y "justicia", dijo ayer el secretario general de Convergència Democrática de Catalunya, Pere Esteve, aún no pueden aplicarse plenamente a Cataluña, Galicia y el País Vasco. La cumbre de los partidos nacionalistas acabó en Barcelona con brindis y la convicción, expresada por Xose Manuel Beiras, el líder del BNG, de que se ha producido "un hecho histórico" que abre "un proceso irreversible hacia la autoderminación". CiU, el PNV y el BNG se reunirán de nuevo en septiembre.

Las delegaciones de CiU, el PNV y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) comenzaron la jornada con una visita a la sede del Parlamento de Cataluña, donde fueron recibidos por el presidente de la Cámara, el socialista Joan Reventós. Pere Esteve y Domènec Sesmilo (CiU), Xabier Arzalluz (PNV) y Xose Manuel Beiras (BNG) le entregaron una copia de la Declaración de Barcelona, el texto fundacional de la triple alianza nacionalista, firmado el día anterior, en el que se exige "una nueva cultura política" para "un Estado plurinacional".El grupo se trasladó después al palacio de la Generalitat, donde les recibió Jordi Pujol. Al presidente catalán, con el que se reunieron durante casi hora y media, también se le entregó una copia de la declaración.

La agenda matutina fue ceremonial y se dedicó a realzar lo que para los partidos implicados constituye "un hecho histórico".

Almuerzo final

CiU, el PNV y el BNG se despidieron con un almuerzo en la histórica Casa Batlló, uno de los más célebres palacetes del paseo de Gracia barcelonés. A la comida fueron invitados también representantes del mundo cultural nacionalista y de los medios de comunicación.Tras los postres, los discursos. Abrió el turno el democristiano Domènec Sesmilo, que la víspera había actuado como convidado de piedra en la conferencia de prensa en que fue presentada la Declaración de Barcelona. Sesmilo explicó su absoluta discreción de entonces por el hecho de que se sentía "plenamente representado" por el convergente Pere Esteve, quien actuaba como anfitrión de la cumbre nacionalista. Unió, que había calculado mal la dimensión que adquiriría el encuentro barcelonés, trató de ponerse al día. Apareció, por ejemplo, una carta de Josep Antoni Duran Lleida, quien seguía de viaje, en la que reclamaba respeto para Cataluña.

Después de Sesmilo intervino Arzalluz. El líder del PNV afirmó que en aquel comedor se encontraban "los herederos de quienes hace ya 75 años iniciaron una conjunción de fuerzas frente al Estado centralista" y cargó contra quienes criticaban los nacionalismos.

"Parece que sólo se puede ser vasco, catalán o gallego como ellos quieren. Se disfrazan de Isabel la Católica y amañan la historia. Si no fuese por Wellington y porque a Napoleón le derrotaron en Waterloo, hoy, aquí, en vez de los Borbones, habría una dinastía napoleónica", dijo.

Arzalluz hizo una defensa muy encendida del pacto fiscal que reclaman CiU y otros partidos del ámbito nacionalista catalán. "Nosotros sólo pretendemos vivir de nuestro trabajo, de nuestro dinero. A vosotros, catalanes, os bastaría que os dejaran vuestro dinero y que vosotros mismos", prosiguió, "decidiérais cuánto queréis aportar a la solidaridad con otros".

El líder peneuvista se felicitó por que ya no sea posible "bombardear Barcelona cada 50 años como decía Manuel Fraga que había que hacer".

Beiras proclamó la "madurez de la cosmovisión nacionalista" y consideró que el progreso hacia la autoderminación es "irreversible". Añadió que la Constitución tiene fecha de caducidad. "El de 1978 es un edificio democrático, pero no constituye más que un punto de partida, un lugar transitorio de convivencia entre los distintos pueblos de España", matizó.

Esteve cerró el acto afirmando que la Declaración de Barcelona es fruto de un largo trabajo y que sus consecuencias serán duraderas. "Frente a nuestro trabajo", señaló, "las reacciones de un Almunia o un Rajoy son tan coyunturales, tan poca cosa... Espero que en el futuro las palabras libertad y justicia puedan aplicarse plenamente a nuestras naciones, cosa que ahora no se da", dijo.

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