Zaplana y Romero invocan la unanimidad de las Cortes para concretar el dictamen del CVC

Eduardo Zaplana primero, en el Palau de la Generalitat, en castellano, y Joan Romero después, en las sede del PSPV, en estricto valenciano normativo ofrecieron ayer sendos discursos de agradecimiento a los miembros del Consell Valencià de Cultura al recibir el dictamen sobre la cuestión lingüística aprobado por amplia mayoría en los que destacó la altura de miras y el peso institucional. Ambos dirigentes invocaron la unanimidad de las Cortes Valenciana en la tramitación parlamentaria del texto elaborado por el CVC y apostaron por la promoción social de la lengua.

La presentación oficial del dictamen en el registro de las Cortes Valencianas abrió la jornada. Una amplia representación del CVC, que integraba a todas las sensibilidades presentes en el organismo consultivo, acudió al Palau de la Generalitat y posteriormente a la sede del PSPV para ofrecer el acuerdo fruto de meses de trabajo. Zaplana recordó la propuesta que formuló en el último debate de política general, refrendada de forma unánime por las Cortes, de encomendar al CVC un dictamen sobre la cuestión lingüística "para, desde el debate, superar diferencias que nos han acompañado durante las últimas décadas". El presidente evitó el rotundo calificativo de "histórica" para definir la jornada de ayer, pero sí afirmó: "Hoy es un día muy importante para el presente y el futuro de la Comunidad Valenciana". "Somos dueños de nuestro destino", sintetizó Zaplana, "hemos dado un paso de gigante". Pero insistió en la necesidad de ampliar la base política del acuerdo, que no fue apoyado por Esquerra Unida y fue rechazado por Unión Valenciana. El presidente apostó por la integración de todas las posiciones en el futuro ente normativo y sugirió que el trámite parlamentario que defina la nueva institución ofrece la ocasión para lograr la unanimidad del Parlamento autonómico: "El nuevo organismo debe dar cabida a todos, no puede haber valencianos de primera y de segunda". Y destacó: "El consenso no es la finalización de un proceso, sino el inicio de una nueva etapa". Interés general Zaplana, rodeado por una docena larga de miembros del CVC, hizo especial mención al esfuerzo personal de cada uno de ellos y aludió incluso a los problemas de conciencia que han tenido que afrontar en aras del "interés general". "Lejos de dividir, el dictamen hace un pueblo mucho más fuerte", siguió, "las generaciones futuras valorarán este momento cuando el valenciano sea más conocido, utilizado por todos, querido como seña de identidad y orgullo diferenciador de un pueblo". Como reto inmediato, Zaplana destacó: "Tenemos que dedicarnos a extenderlo". Y explicó que, después de una fase en la que el CVC ha trabajado "sin interferencias", corresponde a los políticos recuperar el protagonismo a la hora de concretar el dictamen en las Cortes: "Mi deseo es la unanimidad de la Cámara para que este texto sea, al final, algo que todos puedan entender como propio". Romero recibió a los miembros del CVC en su despacho y a continuación compareció ante la prensa acompañado por Josep Palomero, responsable de política lingüística de la ejecutiva del PSPV. El secretario general de los socialistas valencianos destacó "la normalidad democrática" que entrañaba la entrega del dictamen en la sede del primer partido de la oposición. "Ayer se sentaron las bases sólidas de la solución de una cuestión que ha distorsionado y ha ayudado poco a la normalidad democrática durante dos décadas", dijo Romero. El dirigente socialista recordó como, cuando el "escepticismo" rodeaba las deliberaciones en el seno del CVC, los socialistas asumieron "un sentimiento de lealtad colectiva" que también solicitó a los populares para lograr el progreso de la comunidad. Romero destacó que "el valenciano corría el riesgo de desaparecer inmerso en un conflicto que parecía no tener fin" y comentó cómo era precisa alejar la lengua del debate de partidos. La "sensibilidad", "generosidad" y "voluntad de construir" salvaron un acuerdo que, según el secretario general del PSPV, "sienta bases solidísimas para llegar a una solución" que acabe para siempre con la cuestión lingüística. "Desde la oposición lo fácil es enfrentarse al Gobierno", dijo, "pero no debemos mirar al pasado: estábamos ante una auténtica cuestión de Estado". Romero señaló que el ente normativo que deben crear las Cortes "ya está prefigurado" y apostó por una tramitación de urgencia que permita estrenarlo en enero de 1999 con la dotación presupuestaria correspondiente. "Hay tiempo", aseguró. La promoción del uso social de la lengua es el siguiente paso: "Ahora todos los gobiernos deben dedicar su esfuerzo a la promoción del uso social". Para ello, Romero sugirió utilizar el valenciano "en todos los actos oficiales, empezando por el presidente", para extenderlo a todos los ámbitos de la vida civil. "Que algún día las dos lenguas oficiales de la Comunidad Valenciana puedan coexistir en condiciones de igualdad". El dirigente socialista dijo que los socialistas serán "garantes" del acuerdo, subrayó que la redacción del dictamen "indica el consenso" y apostó por sumar el mayor número de apoyos durante la tramitación del documento en las Cortes Valencianas. Mencionó el apoyo explícito al texto por Nova Esquerra y celebró la no oposición de Esquerra Unida, pero no tuvo ni una palabra para Unión Valenciana.