El Supremo estudia si cita a Barrionuevo en el 'caso Urigoitia'

La Sala Segunda del Tribunal Supremo estudiará en los próximos días si es necesario citar como imputado al ex ministro del Interior José Barrionuevo en el proceso que se sigue por la muerte de la etarra Lucía Urigoitia, ocurrida en Pasaia (Guipúzcoa) en julio de 1987, y la supuesta manipulación de las pruebas existentes en el sumario o si por el contrario devuelve la causa al juez de San Sebastián.El pasado 2 de julio llegaron al Tribunal Supremo los cinco tomos de la causa y las pruebas de convicción correspondientes, entre las que figura una pistola, dos cintas de vídeo y el chaleco antibalas que llevaba el guardia civil que intervino en la operación en la que resultó muerta Urigoitia.

El caso ha correspondido al presidente de la Sala Segunda, José Jiménez Villarejo, después de un año pendiente de recursos.

La etarra Lucía Urigoitia murió al recibir un tiro en la nuca en un piso de Pasaia donde se escondía el comando Donostia de ETA al que pertenecía. La versión oficial aseguró que la terrorista había muerto al enfrentarse a la Guardia Civil. Sin embargo, el hecho de que la mujer tuviera un tiro a quemarropa en la parte posterior de la cabeza puso en cuestión la versión oficial. Tras diversas pesquisas el caso fue archivado.

Manipulación de pruebas

Sin embargo, en 1995 el caso fue reabierto a petición del fiscal general del Estado Carlos, Granados, tras conocerse que en un documento clasificado del Cesid se afirmaba que se habían manipulado pruebas. Ese documento con número de referencia KA/5104 y de fecha 3 de noviembre de 1987 fue desclasificado a petición del juez Justo Rodríguez. El documento dice lo siguiente: "Asunto Comando Donostia. En relación con la muerte de Lucía Urigoitia (sic) del comando Donostia se suscitó la célebre polémica del tiro en la nuca"."Quedaba en entredicho la legalidad de la actuación de la Guardia Civil. Para evitar la actuación de los jueces se hicieron una serie de actividades que en esencia consistieron en CIR en casa del juez, sustituyendo el proyectil por otro. Cambio de un cañón en el laboratorio de balística y manipulación de un chaleco antibalas. Estas actividades las hizo el capitán de la Guardia Civil destinado en los grupos especiales. Esta información, parece ser que es conocida por el presidente del Gobierno, ministro del Interior, Rafael Vera y alguna persona más. El jefe de KA". El firmante es el jefe de la agrupación operativa del Cesid Juan Alberto Perote, que declaró como imputado. Posteriormente, Luis Roldán en julio de 1996 acusó al comandante Pindado -condenado por los hechos de la UCIFA (unidad antidroga de la Guardia civil)- de haber manipulado las pruebas. Y agregó que se lo había contado Vera y Jorge Argote, quienes le dijeron que habían informado a Barrionuevo.