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Arzalluz defiende el diálogo con HB y denuncia un "frente españolista"

El Partido Nacionalista Vasco (PNV) respondió ayer con dureza a los socialistas al día siguiente de que éstos rompieran el acuerdo de gobierno que ambas formaciones han mantenido durante los 12 últimos años. Lo hizo el presidente de la formación nacionalista, Xabier Arzalluz, reiterando que el PNV va a mantener los contactos con Herri Batasuna, que ha sido la causa esgrimida por los socialistas para romper el Gobierno de Vitoria. Arzalluz reconoció, sin embargo, los escasos frutos de esos contactos.

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Si pocas horas antes de que la ejecutiva socialista formalizara su decisión de romper el Gobierno el propio Arzalluz había manifestado dudas sobre la conveniencia de mantener el diálogo con HB, ayer éstas estaban ya completamente disipadas. "Nadie ha hablado más con ETA y HB que el PSOE", aseguró. "También nosotros", añadió refiriéndose a los responsables socialistas implicados en el caso GAL, "podríamos haber dejado de hablar antes con quienes hoy está bastante claro que han asesinado y financiado asesinatos". Además, Arzalluz acusó a los que hasta el martes eran sus socios de gobierno de haber promovido un "frente españolista" junto al PP con el objetivo de quitar a las fuerzas nacionalistas la mayoría en el Parlamento vasco tras las elecciones del próximo octubre. Según este planteamiento, la ruptura del Gobierno vasco se fraguó en Madrid, durante la reunión que el pasado 5 de junio mantuvieron José Borrell y Joaquín Almunia con el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja. La salida de los socialistas del Gobierno vasco fue valorada de forma dispar por miembros del Gobierno. Mientras Mayor Oreja la apoyaba, desde la vicepresidencia primera se subraya el carácter "electoralista" de la decisión del PSE.

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