Duelo de pícaros

Pícaros contra pícaros. Crocia ante Rumania. No hay un pronóstico definido. Puede que, por tradición y por su triunfo frente a los ingleses, los rumanos tengan ventaja. Pero con los croatas nunca se sabe qué puede pasar. Cuentan con una línea de centrocampistas muy talentosa, futbolistas como Asanovic, Boban, Prosinecki o Jarni, gente que elabora un buen fútbol. El problema es que les cuesta tanto materializarlo como defenderlo. Pese a disponer de Suker, hasta ahora le ha faltado pegada, y atrás tampoco han plantado una defensa solvente.Rumania parece un equipo más equilibrado. Ilie y Moldovan le dan empaque en ataque, a pesar de que Hagi está empeñado en jugar solo contra la portería contraria. Parece que no le importa nada lo que ocurre a su alrededor. Pelota que coge, pelota que chuta. Iordanescu, en cualquier caso, confía en su capitán y en un grupo muy homogéneo. "Preveo un partido igualado", augura el técnico rumano. "Conocemos muy bien a los croatas, y sabemos que es un equipo técnico, como nosotros. Diría que la eliminatoria está al cincuenta por ciento".

Los croatas dicen estar recuperados del partido disputado contra Argentina. "Físicamente estamos listos", apunta Blazevic. "Pero hay que mejorar aspectos del juego. Nos falta movilidad, concentración y continuidad de juego", prosigue. "Rumanía tiene un equipo más experimentado, y parte con cierta ventaja frente a nosotros, que acabamos de entrar en la historia del fútbol, pero si ganamos el partido de hoy, somos capaces de conquistar la Copa del Mundo". Blazevic ha preparado el partido hasta el último detalle, pues incluso ha anunciado los jugadores que lanzarán los penaltis en caso de empate: Prosinecki, Suker, Asanovic, Boban y Jarni. Iordanescu, mientras, sólo parece estar preocupado por las molestias musculares que arrastran Ilie y Petrescu. Los dos, en cualquier caso, han anunciado que estarán listos para jugar. Más que en los penaltis, los rumanos confían en resolver el partido durante el tiempo reglamentario, y para ello parecen dispuestos a mantener el mismo ritual con el que acabaron la fase previa. O sea que posiblemente continuarán con su pelo teñido de color amarillo-paja.