El socialismo del siglo XXI

No esconde sus simpatías por el modelo de renovación que representa el laborista Tony Blair, aunque advierte que eso no puede interpretarse sin muchos matices. Joan Romero se lanzó a la arena con la bandera de la renovación del PSPV-PSOE y, para sorpresa suya, pero todavía más del viejo aparato del partido que dirigía Joan Lerma, venció en el octavo congreso de julio de 1997 al conseguir aglutinar un variopinto bloque a sus espaldas. El escaso margen de aquella victoria dio baza a sus opositores (algunos tan poderosos aún en el PSOE como Ciprià Ciscar y el propio Lerma) para intentar derribarle. Pero desanimarle o desestabilizarle ha sido imposible desde entonces, pese a pruebas de fuego como una amenaza de moción de censura que no llegó a ejecutarse. Superar la carrera de obstáculos en que se ha convertido el inicio de su liderazgo le ha exigido una nueva prueba, saludablemente democrática, en las primarias. Ha tenido que enfrentarse a su aliado, el ex ministro Antoni Asunción, y a la ex alcaldesa de Valencia Clementina Ródenas. La paradoja del asunto estaba en que, tanto Asunción (apoyado por el dirigente de Izquierda Socialista Vicent Garcés, entre otros) como los sectores que han impulsado a Ródenas, le exigieron que anunciara su candidatura a las primarias cuando él todavía la sopesaba. Ha afrontado el trago con un discurso más propio de alguien que ya hace campaña a la Generalitat que de quien está en la brega interna con los militantes como destinatarios. El resultado, emocionante por lo ajustado, le ha dado la razón. Ahora, tiene toda la responsabilidad de conducir el socialismo valenciano al siglo XXI.