Aventureros que terminan siendo héroes
... ¿Se fijó? El fútbol rutinario, previsible y defensivo hace mediocre a los buenos jugadores y vuelve importante a los jugadores mediocres.... La fe. La Furia Azteca desmelena el fútbol de México. Hubo algo de no hay más remedio en las reacciones de sus tres partidos frente a Corea, Bélgica y Holanda, que deja interesantes enseñanzas. México tiene el vicio de empezar perdiendo sus partidos, pero también el honor de haberlos remontado. Hay fútbol, claro, en un puñado de buenos jugadores desconocidos internacionalmente y tiene una equilibrada organización de juego. Pero cuando el partido entra en la fase del no hay más remedio, México pide su última oportunidad con fe, juego y ese sentido de la irresponsabilidad contra la que el sentido común siempre estuvo indefenso. El orden, ese dios insignificante que se está adueñando del fútbol, queda desmontado por la imprudencia; el defensivismo, que es la cobardía disfrazada de inteligencia táctica, termina desbordado por la locura atacante de 10 tipos (ni siquiera 11), que por decidir ser aventureros terminan siendo héroes.
... La duda. Holanda, como equipo, me produce la misma fascinación que los grandes jugadores de la historia; cuando los veo jugar me digo: "qué fácil es el fútbol". Me encuentro con Leo Beenhakker y me dice que el fútbol es fácil: "con pasarse el balón de uno a otro ya está". Leo no se enteraba que estaba hablando con un argentino; esto es, con uno que ama la pelota más que el fútbol y, por lo tanto, que le gusta tenerla más que tocarla. En Holanda todos la tocan y a mí eso ya me parece un milagro. Contra México el equipo holandés tuvo durante una hora la exclusividad de la pelota. Había algo de humillación colectiva en el relajado modo de dominar el partido. De pronto México hace una apuesta por la locura, le quita la pelota y Holanda empezó a descomponerse.
... Los que tienen un irresistible aspecto de candidato son los alemanes. Por derecho histórico pero también por esa seguridad orgullosa y altiva que expiran. ¿Se fijó?
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.