La plantilla de Pascual rechaza la oferta de despidos de la empresa
Los trabajadores de Pascual Hermanos dieron ayer por rotas las negociaciones con los responsables de la empresa, tras la reunión mantenida en Castellón para negociar las condiciones de los afectados por el cierre de la planta de Almenara. La nueva propuesta de la empresa se fijó en el pago de 27 días por año trabajado en el caso de los fijos discontínuos, y las mismas condiciones y hasta doce mensualidades para los contratos fijos. Esta oferta queda muy lejana a la exigida por los empleados que habían rebajado su demanda hasta 40 días por año trabajado y hasta 24 mensualidades para los trabajadores fijos. La asamblea decidió dar por rotas las negociaciones tras una propuesta de calificaron de "inaceptable", y esperarán hasta el próximo jueves, fecha en la que concluye el período de consultas del expediente de regulación de empleo, para firmar el desacuerdo y determinar medidas de presión contra la empresa. En cualquier caso, fuentes del comité indicaron que todavía existe la posibilidad de que la firma presente una propuesta que entre en los límites fijados como negociables. La diferencia de cifras ronda los 200 millones de pesetas. Mientras que los responsables de Pascual Hermanos parecen estar dispuestos a que las indemnizaciones asciendan a 300 millones de pesetas, el comité fija en un mínimo de 500 la cantidad necesaria para efectuar unos pagos admisibles. La esperanza de los más de 250 trabajadores es que la administración autonómica, al menos, aporte los 200 millones de diferencia. Esta opción se basa en el encuentro mantenido con el director general de Trabajo, Román Ceballos, quien ha solicitado la redacción de un informe que fije cantidades determinadas. Al igual que el pasado viernes, alrededor de un centenar de empleados se concentró durante el tiempo que duró la reunión frente a la delegación de la Consejería de Empleo de Castellón. Expediente improcedente Además de los cálculos para el pago de las indemnizaciones, los miembros del comité de empresa, a instancias de los trabajadores, solicitaron que el expediente de regulación de empleo por crisis no fuera tratado como tal sino que cada caso fuera considerado como despido improcedente. El expediente se presenta como una regulación dentro del holding de la firma, que cierra la planta de la localidad castellonense de Almenara, mientras que los empleados consideran que éste es un "expediente improcedente". Fuentes del comité de empresa indicaron tras la reunión de ayer que "la empresa no sólo se está burlando de nosotros sino que también se burla de la administración y el inspector de Trabajo hoy (por ayer) se ha dado cuenta de ello". Los empleados afectados por el cierre de la planta, un total de 266 según fuentes sindicales, acusan igualmente a la administración de procurar inyecciones económicas a la empresa a través de subvenciones "y ahora permite el cierre de la planta".
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