CALLAS DE GALES
A los 12 años puede soñarse con príncipes o bien con un brillante futuro profesional. Charlotte Church, una chica galesa de Cardiff aficionada al canto, pertenece al segundo grupo. Abrumada por su voz de soprano, la compañía discográfica Sony ha firmado con ella un contrato millonario. "No la vamos a promocionar como una niña cantante sino como una gran cantante", ha asegurado la firma, convencida de haber descubierto un talento sin igual. Charlotte se lo toma, por ahora, con algo más de calma. Fue a un concurso televisivo a presentar a una tía, cantante de cabaré, y triunfó la sobrina. Como en todo sueño de gloria que se precie, uno de los que más aplaudía era agente teatral. En pocas semanas, la niña ha cerrado tratos para aparecer en el Albert Hall y el London Palladium, dos locales sin tacha. Ha acompañado también a Shirley Bassey y, consciente del valor de su voz, no interpretará famosas arias de ópera todavía. Sus padres, Marie y James, no piensan perderla de vista hasta que cumpla 18 años. Charlotte tiene ya sus modelos claros: Maria Callas y Joan Sutherland. Buena compañía, sin duda.,
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