Estefanía afirma que los europeos ya han dado la espalda al pensamiento único

La sociedad europea ya ha dado la espalda al pensamiento único, y lo ha hecho a través de los mecanismos democráticos, mediante las elecciones: los ciudadanos han empezado a votar a partidos críticos con esa idea globalizadora ultraliberal y las cosas han empezado a cambiar. Joaquín Estefanía, director de opinión de EL PAÍS, se mostró ayer convencido de ello durante la presentación, en Valencia, de su último libro, Contra el pensamiento único, en el que recopila, revisados, los artículos sobre esta cuestión que ha publicado a lo largo de la última década en este periódico. El acto tuvo lugar en el Col.legi Major Rector Peset de la Universidad de Valencia. Estefanía estuvo acompañado por Samí Naïr y Javier de Lucas. El primero, que ha escrito el epílogo del libro, es catedrático de la Universidad París VIII y miembro de la Cátedra Cañada Blanch de Pensamiento Contemporáneo de la Universidad de Valencia. De Lucas es catedrático de Filosofía del Derecho y Filosofía Política de la institución valenciana. Estefanía, que fue director de EL PAÍS entre 1988 y 1993, cree que los ciudadanos europeos están quitándose de encima la presión del pensamiento único, que ha entrado en declive. "Ya no se habla tanto de los instrumentos", por ejemplo la inflación, señala, "como de las cuestiones sociales", entre las que destacan las pensiones. Uno de los síntomas más claros de que las cosas ya están cambiando después de la llamada revolución conservadora de Margaret Tatcher y Ronald Reagan es que ahora "en ningún país europeo hay un gobierno que se presente como neoliberal", señala Estefanía, quien asiente cuando se le pregunta si esto puede ser debido a que hay políticos a los que les da vergüenza presentarse así. Y pone como ejemplo que "en España el Gobierno se presenta como de centro-izquierda". La vuelta al poder de los partidos de izquierda -Francia, Inglaterra- es una de las consecuencias de todo ello. Según Estefanía, el neoliberalismo no ha funcionado, porque sólo ha servido para arreglar los instrumentos, como el déficit público y la inflación, pero no ha resuelto cuestiones sociales como el paro o las pensiones. Y esto ha generado un elemento de resistencia entre la población. Precisamente, uno de los mensajes de Estefanía es el referente a las pensiones: "Antes de abandonar este campo", señala respecto al colapso del sistema de pensiones pronosticado por los teóricos neoliberales -que de paso proponen su sustitución por recursos privados- "habría que dejar otros".