Los controladores piden entre dos y cuatro millones al año por consolidar como ordinarias las horas extras

La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) y Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) han logrado acercar posiciones para convertir las horas extraordinarias que ahora realizan los controladores en prolongación de jornada. Ello supondrá que la jornada consolidada en convenio pasa de 1.200 a 1.524 horas al año.

El presidente de USCA, Juan María García Gil, aseguraba ayer que ya existe acuerdo sobre ese punto de las horas extras, que fue el detonante del conflicto que llevó el caos a los aeropuertos españoles entre el jueves y el sábado pasados. Asimismo, el dirigente sindical calculaba que cada controlador puede consolidar en nómina por ese concepto entre dos y cuatro millones de pesetas al año, según sea su nivel salarial, que parte de un mínimo de 5.200.000 pesetas. Sin embargo, fuentes de AENA negaron que se haya cerrado un pacto con ese coste salarial.

En todo caso, la negociación continuó durante la jornada de ayer y el presidente de USCA se comprometió una vez más a no convocar nuevas protestas, "al menos en lo que falta de este año y esperemos que en muchos años más". García Gil pidió a los usuarios del transporte aéreo que estén "tranquilos", porque no se va a repetir la negativa a hacer horas extras.

La discusión sobre la plantilla está más madura que la de las horas extras y AENA está dispuesta a reforzar los efectivos personales y materiales de la escuela de controladores aéreos para que puedan titularse entre 550 y 600 en los próximos cinco años.

Ese reforzamiento de la plantilla, al que se deben restar las bajas vegetativas y las jubilaciones, es otra de las principales reivindicaciones de la USCA y permitiría reducir la jornada de los controladores cuando se produzca la incorporación paulatina de nuevos efectivos. Al comienzo del conflicto, este sindicato solicitaba un aumento de 700 trabajadores sobre una plantilla compuesta ahora por 1.440 personas.