Sólo queda un estadounidense

Doce estadounidenses comenzaron el pasado lunes el torneo, pero al final de la segunda ronda ya sólo queda uno. Michael Chang, 11º cabeza de serie y campeón en 1989, es el único superviviente. Esa es una situación absoltumante inhabitual en el Grand Slam. En realidad, lo ocurrido esta semana en París no había sucedido en la historia del tenis open (desde 1968). EEUU fue, después de España y de Francia, el país que más jugadores colocó en el cuadro masculino. En su amplio grupo se encontraban tenistas tan calificados como el número uno del mundo, Pete Sampras, o el carismático jugador de Las Vegas, Andre Agassi.Sin embargo, ninguno de ellos pudo evitar el desastre. De los 12 estadounidenses, sólo seis pasaron a la segunda ronda y entre ellos ya no estaba Agassi, eliminado por el sorprendente ruso Marat Safin. Sampras perdió en un desgraciado partido frente al paraguayo Ramón Delgado, en la segunda ronda, e igual suerte corrieron Vincent Spadea, Jean Michel Gambill, Jeff Tarango y el doble campeón parisino Jim Courier, eliminao por el alemán Jens Knippschild (109º mundial). Chang ganó ayer al holandés John Van Lottum (103º) y se clasificó para la tercera ronda, en la que se enfrentará al español Pato Clavet. Courier es el último campeón estadounidense. Ganó en 1991 y 1992. Chang fue el último que disputó la final en París, en 1995. La perdió frente al austriaco Thomas Muster.

La presencia de Chang en la final no se plantea fácil. En su camino podría encontrarse con tres jugadores españoles. El primero, Clavet, y si siguiera avanzando podría chocar con Corretja en los cuartos de final y con Berasategui en las semifinales.

En el cuadro femenino, en cambio, cinco estadounidenses siguen: Venus y Serena Williams, Chanda Rubin, Monica Seles y Lindsay Davenport.