"HERMANO" DE "SANGRE"

Los vecinos de Oleiros se dieron cuenta de que aquella imagen de la Virgen de Fátima lloraba sangre sólo cuando las puertas de la capilla del internado O Abrigo se cerraban y comenzaron a sospechar de Edmundo Estevao. Sus recelos dieron frutos y descubrieron que el hermano Edmundo, enfermero de 56 años, responsable del internado del Sagrado Corazón de Jesús de Oleiros, no jugaba limpio. Sintiéndose descubierto, el hermano, que decía pertenecer a los capuchinos, se bebió una poción de insecticida. El drástico remedio le costó una intoxicación, pero su vida está fuera de peligro. Todo comenzó el pasado día 3, Día de la Madre, cuando Edmundo anunció que la imagen de la Virgen había llorado «lágrimas incoloras». A la mañana siguiente, ya eran «lágrimas de sangre». Más de 50.000 personas peregrinaron a la capilla del internado. Aunque el obispo de Castelo Branco, Augusto Silva, recomendó prudencia, tras los análisis se emitió un informe concluyente: «La sustancia encontrada en la superficie del rostro de la imagen fue proyectada mediante un instrumento de dispersión radial de gotas». Mosqueados, los vecinos montaron una operación de control del hermano Edmundo (que los capuchinos han descubierto que no figura en su nómina) y se dieron cuenta de que sólo lloraba la imagen cuando estaba la capilla cerrada; es decir, cuando el enfermero actuaba.