"Es el PNV quien se salta el "plan Ardanza" al hablar con HB con atentados "
El número dos del PSE, Jesús Eguiguren, secretario de Relaciones Políticas e Institucionales, cree que el plan de paz de Ardanza tiene elementos aprovechables para avanzar en la pacificación. Aunque lo descarta como documento base, entre otras cosas porque "el propio PNV se lo está cargando", cree que es posible lograr un acuerdo de todos los partidos políticos vasco, para después intentar convencer a las instituciones del Estado que asuman los resultados: "La Constitución y el Estatuto son flexibles, interpretables y unos textos muy abiertos". Pregunta. ¿Se puede teorizar sobre pacificación en época preelectoral? Respuesta. Muy poquito, y menos en un contexto en el que el PNV se ha echado al monte, se ha saltado el pacto de Ajuria Enea y el documento Ardanza, empujado por el PP, aunque luego van a Madrid y se ponen de acuerdo. Se están repartiendo los papeles. P. Sin embargo el pacto entre vizcaínos y guipuzcoanos que salió del último congreso del PSE estaba llamado a generar un discurso más novedoso en materia de pacificación. R. Entonces había unas condiciones mejores. En este momento no se puede hacer mucho más que defender el Pacto de Ajuria Enea, sobre todo cuando en medio de atentados el PNV habla con Herri Batasuna. Entonces había más margen y ahora no. P. Suena a resignación. R. Hombre, yo creo que volverá la cordura y entonces será el momento de poner sobre la mesa otras opciones. Me imagino que cuando pase un tiempo el Gobierno del PP se dará cuenta que no puede hacer una política al margen de los acuerdos. Tiene que llegar un pacto entre el PP y el PNV sobre normalización. Ahora lo dos partidos marcan perfiles porque les interesa electoralmente. P. Sin embargo, su abstención en el Comité Federal en el que el PSOE aprobó una propuesta de pacificación que consideraba el Estatuto y la Constitución como inamovibles, ¿no es de hecho la reivindicación de un discurso propio y una crítica a ese discurso de firmeza? R. Yo no me opuse a la resolución, sólo me abstuve, y lo hice porque me parecía que había alguna contradicción con la política que hacíamos aquí, con la que vamos a tener que hacer. Y creía que, además, creaba una duda razonable sobre si entraba en una ligera contradicción con el punto 10 del Pacto de Ajuria Enea. P. Ese discurso propio del PSE en materia de pacificación facilitaría un acercamiento al PNV en torno al plan propuesto por Ardanza? R. En el plan Ardanza había una primera parte de justificación de la propuesta, cuando hablaba del incentivo político, de la imposibilidad de que esto acabe por los medios de que dispone un Estado democrático, que colocaba el documento al borde del abismo. Pero había otras partes interesantes, como la necesidad del consenso entre las fuerzas políticas, del diálogo, tras un cese de las armas ilimitado. Más que el rechazo total o la aceptación total hay que tener la mente abierta para tomar lo válido. Como hay que hacerlo con las reflexiones que vienen del Foro Ermua o de los pacifistas. P. Pero no como un documento de base en su conjunto. R. No, porque hasta el PNV se los está saltando, repitiendo que está dialogando con HB y que lo hará aunque haya atentados, y lo deja muy tocado al tratar de incluirlo como bandera partidista en su programa electoral. El documento como tal no sé si será recuperable, pero algunos aspectos sí. P. Ardanza decía: hablemos todos sin límites cuando ETA deje de matar y que las instituciones del Estado acepten el resultado.¿Es eso asumible por el PSE? R. Planteado de esa manera es difícil de aceptar. Quienes no aceptan el resultado de los acuerdos de los partidos no son las instituciones del Estado. Pero si se formula diciendo que los partidos tratarán de convencer a las instituciones del Estado para que asuman los consensos a los que han llegado, pues la cuestión cambia mucho. Muchas veces nos creamos problemas nosotros mismos con la terminología. P. Es decir, que usted admite que se puedan superar la Constitución y el Estatuto a través de sus propios mecanismos. R. Bien, lo que pasa es que si tiene que haber un acuerdo por consenso nunca consistiría en superar la Constitución y el Estatuto. Esa mentalidad no va con los tiempos, y menos cuando las encuestas dicen que el nacionalismo retrocede. Lo que viene es lo contrario, que cualquier acuerdo suponga un asentamiento más sólido de la Constitución o el Estatuto. P. ¿Y puede haber un asentamiento más sólido de la Constitución si se modifica? R. No lo sé, pero jamás va a haber un acuerdo de consenso que suponga saltarse a la torera el actual marco jurídico político, porque ningún partido democrático lo va a sumir. Eso el nacionalismo lo sabe y también lo sabe HB. P. ¿Cree que el actual marco jurídico político es inamovible?. R. La Constitución, en lo que hace referencia al País Vasco es flexible, interpretable, y muy abierta como el propio Estatuto de Autonomía. P. ¿Va a incidir el PSE en ese discurso de flexibilidad frente a la rigidez del PSOE? R. Nosotros somos los que vivimos aquí y los que vemos los problemas día a día. Lo que queremos es incidir e influir en el discurso del PSOE en esta materia. Que lo que se vaya a hacer se haga después de oírnos. P. ¿Los socialistas vascos van a tener entonces personalidad propia en materia antiterrorista? R. Siempre la hemos tenido y la seguiremos teniendo. Pero eso no significa tener un discurso diferente al del PSOE, porque al final siempre hablaremos el mismo idioma. P. ¿Ese discurso propio va a tener fuerza como para condicionar un posible pacto de legislatura? R. Ya lo veremos. Desde luego no se puede volver a reproducir una situación como esta en la que el PNV habla por su cuenta con HB. Habría que definir mejor las reglas de juego, y que el Gobierno tenga un papel dirigente en materia de pacificación. P. ¿Ve con optimismo esas conversaciones de los nacionalistas y HB? R. No hay razones para ser optimista. Además, este tipo de reuniones para ser eficaces tienen que ser discretas. Estoy escéptico, sin más. P. ¿Cree que el fin justificaría los medios si finalmente de esos contactos saliera una tregua de ETA? R. No lo sé. Se dice siempre que el fin no justifica los medios. Pero lo razonable en política es que los contactos sean discretos. P. ¿El PSE se juega a una carta la estabilidad interna en las próximas elecciones? R. No. Un buen resultado ayudará y uno malo perjudicará. Pero sin más problemas.
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