53.000 valencianos sudan por una camiseta

La fiebre textil contagió ayer a 53.000 valencianos. Todos ellos se animaron a pasar la mañana sudando bajo un sol imponente por las principales avenidas de Valencia. ¿Para qué corrían? Entre otras cosas por una recompensa de algodón y manga corta, la popular camiseta de Bancaixa que premia el esfuerzo del primero al último clasificado en la Volta a Peu de Valencia. Apenas una docena de atletas tenían opciones al triunfo. El más rápido en estos ocho kilómetros urbanos fue el corredor marroquí Chmaiti Abderramán, del Runner, que batió el récord de la prueba con un tiempo de 23 minutos y 36 segundos. La victoria se la disputó en los últimos metros al atleta de La Font de la Figuera Antonio Pérez Perales, que entró un segundo después. En cambio, en la prueba femenina se impuso con autoridad la valenciana Marta Fernández de Castro (28.47), que le sacó más de tres minutos a sus perseguidoras, Marta Sánchez y Beatriz Ferrer. Pero no todos sudaron lo mismo. La Volta a Peu revivió la picaresca de todos los años: miles de personas, con el dorsal sujeto a la camiseta con imperdibles, observaban el paso de la carrera y, en un descuido, pasaban de espectadores a corredores. Los ocho kilómetros les parecieron una penitencia excesiva para conseguir la codiciada camiseta, por lo que, unilateralmente, decidieron darle un tijeretazo al recorrido e incorporarse a la carrera al segundo, al cuarto o al sexto kilómetro. Una Volta a Peu a la carta. Nada más darse la salida en el paseo de la Alameda, un numeroso grupo de estos espontáneos se coló por delante de los favoritos y provocó molestos tropezones y codazos en la cabeza de la prueba. Los menos esforzados sólo corrieron el centenar de metros que separa el puente del Real de la meta. Ante las sorprendentes marcas realizadas por varios niños y ancianos, que llegaban antes que algunos fibrosos atletas, el locutor recurría a la ironía: "A ver si os animáis y el año que viene la corréis entera".