_
_
_
_
_
GENTE

IGLESIA DE CANTANTE

Diego A. Manrique

John Martyn, el cantante escocés de enormes poderes, acaba de publicar The church with one bell, su primer trabajo con versiones de temas ajenos. El título del disco -La iglesia con una campana- hace referencia a la curiosa historia que hay detrás del proyecto: se cuenta que una discográfica se enteró de que Martyn quería comprar una iglesia cercana a su residencia que estaba en ruinas y había salido a subasta. Y le ofrecieron adelantarle el dinero que necesitaba si, a cambio, les grababa un disco de versiones. Preocupado porque se difunda la imagen de que es un artista mercenario, Martyn está escribiendo a las revistas musicales explicando que realmente hizo The church with one bell porque le encantaban las canciones. Y debe de ser cierto, pues la selección no puede ser más ecléctica y personal: desde temas de bluesmen como Sonny Boy Williamson a composiciones de grupos modernos como Portishead.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_