_
_
_
_
BALONCESTO CUARTOS DE FINAL DE LA LIGA A. C. B

El Madrid pierde la ocasión de sentenciar

El Pamesa se impuso en el último minuto gracias al acierto en los tiros libres

Primer match-ball salvado por el Pamesa. El equipo valenciano resiste y, tras derrotar ayer al Real Madrid, continúa con vida. Quizá efímera. Quizá ficticia, pero vida al fin y al cabo. El Real Madrid queda abocado a la disputa de un cuarto partido. Y no nos encontramos ante una eliminatoria de guante blanco. Ha llegado el vértigo, la tensión, el sofoco. Por fin se perciben las características intrínsecas a todo emparejamiento por el título. Se ha prendido la mecha. El Real Madrid continúa absorbiendo todo el favoritismo, pero el Pamesa Valencia ha salido de la caverna y ha lanzado una advertencia. Y un Pamesa rabioso es un rival incómodo.Pronto se vio que el Pamesa se sacudía la asepsia de los partidos precedentes. El equipo de Vukovic eludió a las primeras de cambio su proceso autodestructivo para penetrar de lleno en el fragor de la batalla. Los valencianos transmitían más energía positiva. En especial, quienes se habían momificado durante las primeras citas. Hombres como Swinson, Perry y Radunovic abandonaban su escondite para asimilar la trascendencia de este tercer choque.

Pamesa: Rodilla (13), Luengo (2), Swinson (15), Perry (8), Radunovic (10); Alonso, Álvarez (11), Maluenda (2), Fox (8)

Real Madrid: Victoriano (7), Herreros (19), Bodiroga (16), Orenga (9), Martin (13); Santos, Angulo (3), Rogers. Árbitros: Fajardo, Fernández, Guirao. Eliminados: Victoriano y Orenga. Lleno total. 9.000 espectadores en el pabellón de la Font de San Lluis. Tercer partido de los cuartos de final de la Liga ACB. El Madrid gana 2-1 la eliminatoria. El cuarto partido se disputa mañana en Valencia.

El Real Madrid, no obstante, venía a Valencia dispuesto a sentenciar sin dilaciones, sin demoras. Por ello, adquirió ventajas en los primeros instantes. Sobre todo, una vez más, con la aportación de Herreros, auténtico eje anotador de su equipo. Había, en todo caso, partido. El Pamesa ya no era el equipo desvertebrado y desmadejado de Madrid. Su concentración deparaba argumentos para el optimismo de una afición frenética que ayer volvió a dejar sin huecos el pabellón de la Fuente de San Luis. Rodilla volvía a erigirse en el guía espiritual del equipo y, por fin, el Pamesa Valencia se comportaba de nuevo como un colectivo serio y cohesionado. Los hombres de Vukovic habían cambiado su discurso. Ya no se mostraban tímidos, apocados y encogidos. El Pamesa Valencia enarbolaba su espíritu más beligerante, salvo cuando el Madrid apostaba por una defensa zonal. Con esta estrategia defensiva, los visitantes hallaron la vía más clara para poner en aprietos a los valencianos. Hasta que Vukovic movió el banquillo y halló la solución. Álvarez y Fox aparecieron con la muñeca caliente para pulverizar los estragos. Ya en ese instante de la segunda mitad, el Pamesa Valencia conseguía abrir las primeras brechas en el marcador. En el Madrid se asistía al relevo. Herreros entregaba el testigo a Bodiroga y Martin. Eran momentos tensos. El luminoso reflejaba estrecheces y el partido se encaminaba hacia una resolución dramática. Los tiros libres anotados por Swinson y Rodilla propiciaron que la victoria se quedara en casa.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_