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GENTE

"JAGUARISTAS" EN SANTANDER

Veinticinco viejas glorias de la automoción (rutilantes Jaguares de los años setenta) se han concentrado en Santander durante el pasado fin de semana. Procedían principalmente de Barcelona, pero también los había de Galicia, Madrid, Valencia y Valladolid. Martín Frías, presidente del Jaguar Club de la Ciudad Condal, rechaza que ser propietario de estas reliquias signifique necesariamente la pertenencia de su dueño a una clase social muy elevada. Su Jaguar de 12 cilindros, 5.300 centímetros cúbicos y 200 caballos le costó 1,5 millones de pesetas en 1970 y ahora, con casi 30 años de uso, valdría, en un mercado de históricos carruajes que se mantiene vivo y animado, unos 11 millones. Los jaguaristas han celebrado aquí los 50 años de la fabricación del primer modelo surgido de la factoría Coventry, de la que está a punto de surgir el último de la saga. Se proclaman amantes de la mecánica, la naturaleza y los buenos manteles. Con las nubes tuvieron aquí menos suerte que degustando las creaciones de la cocina autóctona. Aparcados en batería ante el palacio de la Magdalena, provocaron la admiración de los amigos de tan legendarios vestigios de la carretera. A su paso por Cantabria, camino de los Picos de Europa y del parque de la Naturaleza, constituyó un espectáculo sin precedentes en esa comunidad. -

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