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FÚTBOL 35ª JORNADA DE LIGA

El Atlético se castiga

Un error de Nimny regala el empate al Tenerife y saca a los rojiblancos de Europa

El Atlético decidió condenarse. Tenía atrapada una victoria que no merecía demasiado, pero la soltó a última hora de forma incomprensible, en un fallo imperdonable de Nimny. Al israelí no se le ocurrió otra cosa que conducir el balón hacia Molina, invitando a Kodro a que se lo quitara. El bosnio aceptó el regalo sin rechistar y luego, ante la llegada desesperada y absurda de Andrei, provocó un penalti. El Tenerife marcó, cerró el partido con un empate y sacó al Atlético de los puestos UEFA. Todo lo que había hecho Paunovic, vestido de salvador rojiblanco , no sirvió de nada. El primer tiempo reprodujo todos los malos olores de hace una semana en El Molinón antes del cónclave de jugadores en el medio campo. El Atlético entró ayer otra vez al partido de costado, con indiferencia, sin un gramo de motivación. Con aspecto de perdedor. Las jugadas se solucionaban de forma atolondrada, con sobrecarga de errores, de balones al contrario y despejes al bulto. Enfrente, el Tenerife enseñaba un aspecto más propio de la situación que vive. Pero es un equipo sin alma, frágil, sin coser. Por ahí luce buenos jugadores, sorprende con alguna acción digna, se recrea con la pelota... Y al instante se muestra blando y tierno, fallón donde el fútbol lo prohíbe, en su zona de atrás.

Atlético: Molina; Aguilera, Santi, Andrei, Geli (Nimny, m

74); Bejbl (José Mari, m. 46), Vizcaíno, Pantic, Caminero (Lardín, m. 54); Paunovic y Vieri.Tenerife: Unzue; Vierklau, Llorente, Alexis; Dani, Vivar Dorado, Pablo Paz, Emerson, Felipe (Juanele, m. 75); Makaay (Domingos, m. 84) y Kodro. Goles: 1-0. M. 18. Aguilera saca de banda para Vieri, que controla y toca para Paunovic, quien se prepara el balón y, desde la frontal, conecta un zurdazo raso. 1-1. M. 26. Makaay, desde el borde del área, profundiza para Felipe. Aguilera consigue desviar, pero pilla a contrapié a Molina y marca en propia meta. 2-1. M. 84. Paunovic tira con la derecha, Unzue despeja y José Mari, atento, empuja a la red. 2-2. M. 90. Nimny regala la pelota a Kodro, que se adentra en el área y es derribado por Andrei. Alexis marca el penalti. Árbitro: López de la Fuente. Mostró tarjeta amarilla a Santi, Andrei, Bejbl, Pantic, Caminero, Emerson y Vivar Dorado. 31.000 espectadores en el Calderón.

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Con todo, el peso de esa primera parte lo llevó el Tenerife, que manejó más y mejor la pelota. Le faltó contudencia arriba, pegada, justo lo que el Atlético sí tuvo. Vieri cumplía en lo suyo, en inventarse ocasiones de gol de la nada. De la potencia y el olfato en el área del italiano y, sobre todo, del buen hacer de Paunovic vivió el Atlético.

Paunovic volvió a confirmar que su puesto es el de segundo delantero. Centrado, no escorado en una banda como apuntó en sus inicios. El yugoslavo se empleó con interés, con la decisión que les faltó al resto de rojiblancos. Y, como en Gijón, rescató del desastre al Atlético.

El Atlético descubrió oro en un fuera de banda del todo inofensivo. Vieri lo revistió de peligro con un control de los suyos y Paunovic lo adornó con un remate estupendo. Tras el 1-0, los rojiblancos construyeron su mejor fase. Hasta parecía que iban a agrandar su ventaja. Pero lo que llegó fue el empate: Aguilera se comió un desmarque de Felipe y cuando quiso reaccionar lo que hizo fue marcar en propia meta. El 1-1 devolvió al Atlético su color grisáceo.

Tras el descanso, Antic intentó aliviar al equipo inyectando veneno en las bandas. Retiró a Bejbl y Caminero, que habían sido de lo peorcito del Atlético, y metió a José Mari y Lardín. La medida tuvo un efecto intimidatorio sobre el rival, al que empotró atrás, pero no mejoró las demasiado premiosas prestaciones ofensivas del Atlético, que ya puso más ganas pero siguió con la lucecita apagada. Además, el equipo perdió a Paunovic, a quien Antic escondió incomprensiblemente en la banda derecha.

Al Tenerife le volvieron a aparecer los deseos de ganar a cuarto de hora del final, instantes después de que Antic enojara al graderío dando entrada al israelí Nimny, el futbolista fichado por vídeo y que hasta la fecha no ha repetido ninguna de las acciones que, según las imágenes que enseñó su representante, estaba capacitado para hacer. Lillo introdujo a Juanele y su equipo ganó en profundidad.

El Atlético había desaparecido del mapa. Pero de pronto, en una conducción de Pantic, Paunovic se cansó de aburrirse en la banda, apareció de nuevo por el centro, se alió con Vieri y fabricó el tanto de la victoria.

Y en ésas apareció Nimny con ganas de justificar el odio que le tiene la grada. Y cuando el Atlético salía, él decidió dar marcha atrás y conducir el balón en sentido contrario, hacia su propia área. Kodro no necesitó demasiada pericia para birlarle el balón y luego, ante la llegada desesperada y precipitada de Andrei, arrancar un penalti. El árbitro sancionó la máxima pena. Y Alexis la convirtió en gol, dio vida a su equipo y condenó sin UEFA al Atlético. O mejor dicho, el Atlético se condenó solo.

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