Entender el futuro

Realizadas las votaciones en las elecciones primarias del PSOE, dicho partido ha entrado en un proceso de transformación estructural que se va construyendo conforme se producen los acontecimientos. La victoria de Borrell obliga al partido a absorber el golpe que los votos han supuesto sobre su cúpula y al propio candidato electo a reconducir sus apoyos. Por la vía de la participación de la militancia y de los hechos, fenómenos que hasta ahora estaban muy lejos de producirse empiezan a ver la luz. Por los hechos se ha producido la "incompatibilidad" entre el cargo orgánico y el institucional. Joaquín Almunia ha de mantenerse en su puesto, ya que en tan sólo nueve meses ha abierto el partido a la sociedad y lo ha colocado un paso de libertad por delante de todos, y ello anteponiendo los intereses del PSOE a los suyos propios. Mientras que Borrell es el hombre para el asalto a la Moncloa porque así lo han querido los militantes socialistas. También el resultado de las primarias abre el paso al concepto de "gobierno paralelo" al estilo británico. La ejecutiva socialista no puede dimitir ya que de hacerlo asociaría el concepto de primarias con el de crisis interna. Por tanto, lo razonable es que los colaboradores de José Borrell, con independencia de su condición o no de miembros de la ejecutiva, se estructuren dentro del grupo parlamentario a fin de ejercer una firme oposición. Igualmente, la lógica del nuevo sistema debe llevar a medio plazo a la "limitación de mandatos", ya que al estar todos los candidatos obligados a someterse a las primarias siempre es factible la alternativa aunque no se controle el partido. En todo caso, son transformaciones que se van a ir produciendo como consecuencia del libre ejercicio del voto. De ahí la necesidad de saber entender bien el futuro. Saber entender que un órgano del partido ya no está obligado a que su candidato gane unas primarias, que los candidatos electos siempre lo son de todos y que las corrientes internas poco van a poder obtener de las primarias ya que la gestión del partido es una historia distinta al apoyo al que se cree mejor candidato.LUIS ÁNGEL HIERRO