Nuevos retrasos en Barajas este fin de semana

VIENE DE LA PAGINA 1El aeropuerto funcionaba ayer a medio gas puesto que la pista por donde normalmente se encauzan todos los despegues estaba cerrada y la de los aterrizajes tenía que hacer de pista cremallera y absorber salidas y llegadas. El cierre obligó a reducir la frecuencia del tráfico aéreo hasta los 32 vuelos a la hora frente a los 50 que se mueven en Barajas cuando funciona a pleno rendimiento. Un portavoz de AENA explicó ayer que ésta es una medida que impone "Bruselas [donde radica la empresa que controla toda la circulación aérea de Europa], que obliga a reducir los vuelos cuando sólo se dispone de una pista. Además nos obligan a aumentar el tiempo de seguridad que hay que dejar entre vuelo y vuelo", explicó. Ese periodo de tiempo que se deja entre un aterrizaje y un despegue es menor cuando las dos pistas están abiertas, puesto que los aviones salen antes de la trayectoria de los otros vuelos.

El portavoz de AENA añadió que las obras de mantenimiento de la señalización luminosa, por las que se cerró la pista, "no se pueden acometer de noche, como se suele hacer normalmente para que no afecte al tráfico aéreo", según explicó. Aseguró que las obras estaban programadas desde hace dos meses y culpó a las compañías aéreas de los retrasos por no tomar medidas para reducir el número de viajes. Los vuelos más afectados fueron los de salida, que sumaron 117, de un total de 217 vuelos con retraso.

"Esto es un caos"

El retraso medio fue de casi una hora, pero los hubo de casi tres. Francisco Vázquez, un profesional de las relaciones internacionales de una compañía mixta entre portuguesa y gallega, y sus compañeros de viaje en el vuelo de Iberia 3214 con destino a Bruselas fueron de los más afectados. "Nuestro avión tenía que haber despegado a las 16.10, y ahora nos anuncian que lo hará a las 18.45. Pero es curioso que en estos momentos [eran las 18.20] en la pantalla del aeropuerto pone que nuestro vuelo sale a las 16.25 y la hora de embarque es a las 17.20. Esto es un desastre absoluto, un caos", se quejó Vázquez. "La próxima vez que tenga que volar a Bruselas me pensaré dos veces si hacerlos desde Madrid o desde Lisboa", advirtió.

Otro caso a destacar fue el de Félix Cortés, un cocinero español que volaba por motivos de trabajo con destino final a la isla de Kross, en Grecia. Tenía que hacer escala en Atenas para coger un pequeño avión que le lleve al islote. "Pero lo he perdido por el retraso del vuelo aquí en Barajas. Me veo colgado en el aeropuerto de Atenas hasta que pueda empalmar el viaje con otro vuelo a Kross", lamentó Cortés.

Fueron precisamente los viajeros que hacían escala en otros aeropuertos los más afectados. Así, una pareja de personas mayores se quejaban ante una ventanilla porque habían perdido su vuelo de conexión en París.