_
_
_
_

Los socialistas catalanes se inclinan por el candidato "de casa" en un ambiente festivo

Josep Borrell había pedido, en su mitin de Tarragona, que las primarias fueran una fiesta. Y en Cataluña lo fueron. La votación unió a militantes históricos con simpatizantes decididos a afiliarse por el tirón de la democracia interna. Si los 33 militantes de La Pobla de Segur, la localidad natal de Borrell, votaron en bloque a su paisano, algo no muy distinto ocurrió en todo el país: el candidato catalán jugaba en casa. El voto de los simpatizantes, que no contaba en el escrutinio final, fue numeroso en las urnas especiales para ellos.

El presidente del grupo parlamentario del PSC, Joaquim Nadal, secundado por buena parte de los dirigentes gerundenses, dio ejemplo de puntualidad y votó en la sede del partido en Girona cuando sólo pasaba un minuto de la una de la tarde. Nadal aseguró que el proceso que arrancaba en aquellos momentos generaba expectación y envidia entre las demás formaciones políticas. Algunos simpatizantes del PSC acudieron a las 18 mesas de las comarcas gerundenses para inscribirse en las listas abiertas por el partido. Muchos de ellos esperaban poder elegir pronto el candidato a la Generalitat en unas nuevas primarias: Pasqual Maragall estaba en boca de todos. Bastantes agrupaciones,conscientes de que la expectación rebasaba los límites de su militancia, habilitaron urnas para los simpatizantes. Los militantes de Lleida, unos 2.000, se inclinaron claramente por el candidato de casa, Josep Borrell, natural de La Pobla de Segur (Pallars Jussà). En La Pobla se vivió con pasión la jornada. Los 33 militantes de la localidad tenían claro que sólo podían votar a su paisano. El reducido censo ilerdense hizo que no hubiera aglomeraciones. En la Val d"Aran, por ejemplo, las urnas se cerraron a media tarde porque ya habían votado todos los militantes. Lo mismo sucedió en algunas localidades tarraconenses, como Paüls (Baix Ebre), con ocho nombres en el censo. Los militantes de Tarragona siguieron al pie de la letra la recomendación de Borrell, quien en su mitin en la ciudad (uno de los más multitudinarios de la campaña) pidió que las primarias fueran vividas como una fiesta. Dos horas antes de que se abrieran las urnas en la sede de Tarragona, una veintena de militantes históricos, todos jubilados, hacían ya cola para votar. La sede registró un lleno absoluto a partir de las cinco de la tarde, cuando familias enteras acudieron a depositar su voto. En la provincia de Tarragona podían votar 3.178 militantes.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_