El fiscal pide 15 años de cárcel para el "violador de los ascensores" de Córdoba por otra agresión sexual

El ministerio fiscal solicitó ayer una pena de 15 años de prisión para Eduardo Perea Pérez, conocido como el violador de los ascensores de Córdoba, por un nuevo delito de agresión sexual. Perea fue condenado por la Audiencia de Córdoba el 6 de febrero de 1987 a 53 años de cárcel como autor de dos delitos de violación, 13 delitos de abusos deshonestos violentos (10 de ellos en grado de tentativa) y ocho delitos de robo con violencia (tres en grado de tentativa), hechos cometidos entre noviembre de 1985 y abril de 1986. Éste violentaba a sus víctimas en ascensores, a los que accedía después de que lo hicieran las mujeres agredidas. Tras conseguir la libertad, después de 11 años encarcelado, Eduardo Perea ha vuelto a ser juzgado por un delito de agresión sexual cometido contra una joven a la que conocía por ser amiga de su esposa. Según el relato del fiscal, el acusado, abusando de esa amistad, convenció a la joven para que subiera en su coche con el argumento de que tenía que contarle una cosa. La víctima subió al vehículo a sabiendas del pasado de Perea, del que estaba convencido que no le haría daño, "dada la buena amistad que tenía con su esposa y con un hijo" del agresor. Una vez en el coche, el acusado se dirigió a un descampado y, bajo la amenaza de una pequeña navaja, la obligó a desnudarse. Perea, según la fiscalía, la penetró vaginal y analmente y obligó a su víctima a que le masturbara. Más tarde la amenazó para que no contara lo sucedido. La acusación particular pidió 10 años. La defensa calificó los hechos de abusos deshonestos y pidió dos años y medio de prisión.