"La semifinal ante el PSV es como una pesadilla"

Emilio Butragueño, 34 años, jugó el sábado su último partido como profesional. Tras su etapa en el Real Madrid, donde fue estandarte de la quinta, el Buitre ha puesto punto y final, según dice, en una tierra, México, y en un equipo, el Atlético Celaya, que le acogió y le ha despedido como a un ídolo.Pregunta. ¿Siente. una sensación de angustia o de liberación tras dejar el fútbol? Respuesta. Ha sido un año intenso que me ha tenido muy involucrado en la suerte del equipo hasta el último día. Hemos pasado malos tiempos, con diez partidos sucesivos sin ganar y últimos en la clasificación. Me sentía en deuda con Celaya y con el club, y me resultaba muy dolorosa la posibilidad de descender. Al final hemos conseguido mantenemos en Primera. Me siento bien por eso y por toda la aventura de México.

P. ¿Qué recuerda como definitivo en su carrera?

R. Aquella semifinal de la Copa de Europa contra el PSV Eindhoven. He tenido suerte de jugar en uno de los tres mejores Madrid de la historia, pero nos faltó rematar la Copa de Europa. Aquella noche la tengo como una pesadilla. He repasado mil veces el partido en mi cabeza y todavía lo hago.

P. ¿Supo inmediatamente que no habría otra oportunidad?

R. Aquel equipo ganó cinco campeonatos de Liga consecutivos. Era un gran Madrid, pero hay momentos decisivos. En el 88 ganamos a los mejores de Europa y de repente pierdes frente a un buen equipo, pero peor que el nuestro. Me dije: 'Ha sido ésta'. Lo comprendí inmediatamente. Era nuestra Copa de Europa. Luego llegó la era del Milan, que era mejor que nosotros.

P. El fútbol de ahora cada vez exige más deberes a los futbolistas y ofrece menos derechos. Un jugador como Butragueño resulta cada vez menos probable.

R. Cada uno es hijo de su tiempo. Es cierto que en los últimos 14 años el fútbol ha cambiado una barbaridad en algunos aspectos. Ahora casi todos los equipos están bien organizados tácticamente. Los entrenadores son más competentes. Todo eso es indiscutible, pero siempre habrá un lugar para los jugadores creativos. La diferencia en el fútbol está en los últimos 25 metros, ahora y siempre. Ahí se hace obligatoria la claridad y el ingenio, porque orden y sacrificio lo tiene todo el mundo. El problema es resolver con la pelota. Y en ese aspecto es necesario el talento.

P. 0 sea, lo que sucede en la Juve con Del Piero y con Zidane.

R. No se puede decir que Del Piero dependa precisamente del físico. Siempre habrá jugadores de este tipo. Y con el tiempo serán más necesarios que nunca. Lo mismo ocurre con Mijatovic. El talento siempre sobrevive.

P. ¿Le apetece dirigir a un equipo?

R. No. Nunca seré entrenador.

P. Tendrá un ideario...

R. En lo básico: jugaría en zona, mi equipo sería protagonista, es decir, jugaría al ataque. Con 0-1 a nuestro favor, buscaría el segundo gol y no especularía. Buscaría a futbolistas desequilibrantes con Del Piero, Zidane o Laudrup. Me gusta la presión aunque sé que no se puede presionar intempestivamente durante todo el partido. Preferiría un medio centro a jugar con dos en esa zona, siempre y cuando puedas contar con alguien como Redondo, que me parece un tipo interesante.

P. La referencia de Laudrup es interesante. ¿Le fascinó tanto durante el año en el que coincidieron en el Madrid?

R. Sobre todo siento la desilusión de haber jugado tan poco junto a él. Sólo actuamos juntos en. un partido de la Copa de la UEFA. Me hubiera encantado coincidir con él.

P. Habla de aquella Liga con más tristeza que otra cosa, a pesar de que el Madrid ganó el título.

R. Fue un año muy difícil. Para el hombre fue enriquecedor: me puso en una posición contraria a la que había vivido hasta entonces. Con Valdano y suplente. Muy difícil, porque uno es jugador y yo no jugué. No fui jugador. Desde el lado personal, el club se comportó maravillosamente, lo mismo que los compañeros del equipo. Ahora que ha pasado el tiempo, veo que acerté al irme.

P. ¿Y en el capítulo de la vanidad? Su mito fue sustituido por otro, o eso parecía: Raúl.

R. Tuve y tengo una excelente relación con él. Entiendo lo que le pasa en estos momentos: es imposible mantener una eficacia constante. En el fútbol se pasan crisis y momentos delicados. No le envidio. Lo importante en una persona es el estilo, eso me lo enseñaron otros jugadores del Madrid, como Santillana, a quien sustituí en la titularidad.

P. ¿A qué jugador admiró más?

R. Sin duda a Martín Vázquez en el Castilla. Las cosas que hizo en el primer partido que jugué junto a él fueron inolvidables.

P. ¿Qué piensa hacer en los próximos meses?

R. Quiero instalarme uno o dos años en Estados Unidos, completar mis estudios de Ciencias Empresariales y aprender del modelo norteamericano en el deporte profesional.

P. Vamos con un balance de su carrera. ¿Un recuerdo?

R. Tres: el día de mi debut, la noche del Anderlecht y los cuatro goles con la selección en Queréta ro. Y también el partido de despedida.

P. El gol.

R. A Arconada en Atocha, desde el vértice del área grande.

P. Un portero.

R. Soy parcial: Zubizarreta. Me parece que no se ha valorado su calidad y su carrera como merece.

P. Un defensa.

R. Dos defensas: Baresi y Manolo (Sanchís). Tampoco ha recibido el crédito que merece. Quizá se encuentre con el problema de aparece poco en sociedad.

P. Su centrocampista preferido.

R. Michel. Por lo bien que jugaba y por lo difícil que lo tuvo. Pasó malos momentos hasta desembocar en la banda derecha. Y en ese puesto ha sido el mejor.

P. ¿Se sintieron queridos los jugadores de la quinta?

R. Quizá Michel, Sanchís y Martín Vázquez pasaron por épocas difíciles. Yo no me quejo.

P. También le silbaron.

R. Pero la gente fue muy tolerante conmigo.

P. Al Madrid de la quinta, le sucedió el dream team del Barca. ¿Qué resultado tendría ese partido?

R. Fueron dos equipos extraordinarios. No sé el resultado, pero nos íbamos a divertir. Me gustó Cruyff y lo que propuso.