Angulo liquida a un flojo Barça
Al equipo azulgrana le faltó pegada ante el Real Madrid
Salió Angulo en el ecuador del primer periodo, revolucionó el partido y lo colocó inalcanzable para un Barcelona tan correcto en las formas como falto de pegada. De su mano puso el Madrid tierra por medio y el resto del encuentro se convirtió en un quiero y no puedo de un Barça light que desaprovechó todas las oportunidades que tuvo a lo largo de un segundo tiempo que se jugó casi andando, como le convenía al equipo catalán. Pero ni por ésas.Metió la primera canasta Angulo en el minuto 10 (14-17) y el Madrid se vino arriba decidido a recuperar viejas costumbres. Se puso a correr como loco pero esta vez manteniendo el sentido. Cumplió con las premisas de un buen contraataque -dureza defensiva, solidez reboteadora, un rápido primer pase y una buena gestión de la superioridad creada- y el Barça se descosía en cada transición, confirmando que hoy en día es un equipo alérgico a las altas revoluciones. Dueñas volvió al lugar de su encumbramiento y el remedio fue peor que la enfermedad.
Todo lo contrario le ocurre a Angulo. Tiene una joya el Madrid y su futuro pasa sin lugar a dudas por su máximo aprovechamiento. Estamos ante un jugador explosivo, con una puesta en marcha instantánea, sobrado de decisión y capacidad para asumir responsabilidades. En un equipo no especialmente caliente, Angulo enciende la mecha cada vez que pone un pie en la cancha. Su serie de ayer en el primer tiempo fue demoledora. Seis de seis, con triple en carrera incluido.
El Barcelona no aguantó el efecto Angulo. Son tiempos difíciles para el campeón de Liga. Tiene mucho oficio, lo que le evita sofocos mayores, pero carece de fortaleza. Juega al trote y nada ni nadie le cambian el paso. Ni siquiera 13 puntos en contra (41-28, minuto 18). Con Djordjevic semilesionado, nadie coge el timón. Un ejemplo. En el primer tiempo los máximos anotadores fueron Mustaf y Esteller con seis puntos.
Estaba claro que a ese ritmo el Barca era carne de cañón, por lo que en el segundo tiempo salió a enfriar el partido. Lo consiguió rápidamente y fue su mayor éxito de la mañana, ayudado también por el descenso de prestaciones de Angulo. El choque se tomó lento, espeso, aburrido. El Madrid pareció entrar en una de esos procesos autodestructivos tan suyos (61-57, minuto 32) y que suelen terminar con una dependencia absoluta de Bodiroga. Si la cosa no fue a peores para ellos fue debido a la mala resolución que dio el Barcelona. Animado por la incapacidad de los azulgrana, Herreros decidió dar carpetazo al asunto. Dos triples liquidaron lo poco que quedaba por liquidar (73-60, minuto 37). Hasta dio tiempo para que salíeran Sanz y Victorino, que demostró temple en la línea de tiros libres a pesar del absurdo cabreo de Antúnez con su joven compañero. No entendió el capitán madridista que esos dos minutos eran propiedad de su más que probable sustituto.
A menos de un mes para los playoffs, mejora la salud madridista en la misma medida que el Barça sigue sumido en un calvario. Su situación en la tabla es preocupante, pero lo es aún más su falta de contundencia. Una racha de Angulo fue suficiente para tumbarles.
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