DENTADURA CONFISCADA

Ridha Bouhlal, propietario de un pequeño restaurante en la ciudad sueca de Kungör, acudió al dentista para que le ajustara la parte inferior de la dentadura postiza que le había implantado meses atrás. Pero lo que el dentista hizo fue desprenderle la prótesis y ponerla bajo llave en su caja fuerte. El motivo fue que el paciente adeudaba la mitad de la prótesis, 22.000 coronas, equivalentes a algo menos de 500.000 pesetas, del costo total del trabajo. Una caída en los ingresos del restaurante de Bouhlal había sido la causa. El jefe de la clínica odontológica, Ola Saaw, siguiendo el criterio de que quien no puede pagar no puede poseer, sostuvo que "el que no paga al dentista no puede tener dientes". La prótesis de la mandíbula superior, que había sido abonada, quedó en su lugar. El hecho ocurrió el pasado noviembre, pero el caso fue denunciado hace dos días por el diario Svenska Dagbladet y despertó asombro general y la consiguiente polémica. Hasta que la dirección de asuntos sociales de la comuna decidió hacerse cargo de la deuda. La dentadura, debidamente desempolvada, fue devuelta a su lugar. El paciente ha prometido pagar las futuras deudas del dentista.-