El Extremadura ejerció de líder
El Rayo naufragó en defensa y se abstuvo en ataque
El Extremadura ejerció de líder. Tiró de oficio, seriedad y fe en la victoria. Desde la autoconfianza elaboró un partido artesanal, engarzando las piezas con tacto y sin precipitación. Exhibió, sobre todo, sensación de grupo. Al contrario que el Rayo Vallecano, que se mostró descosido, impreciso y embarullado. El Extremadura se divirtió jugando y los franjirrojos sufrieron y dejaron a la intemperie sus carencias.El equipo local que entrena Rafa Benítez comenzó a tope, lúcido y con vibraciones de triunfo. A los cuatro minutos contabilizó tres lanzamientos bajo los palos, dos saques de esquina y un golpe franco. Practicó un juego a ráfagas, pero sincronizado. Salió rápido desde la misma defensa y miró diligente arriba. Ahí Glusevic y Duré son una garantía, bien apoyados por Manuel y ayer por un pletórico Fredi.
La defensa rayista, blanda y lenta, castigada además por tarjetas, vivió en permanente naufragio. Ezequiel Castillo, Alcázar y Sastre trataron de poner orden con más voluntad que resultados en el centro del campo. Pero en punta, un absentismo ofensivo total, con Prieto perdiéndose en la más cruel de las soledades. Iniciada la segunda parte, un sorprendente gol de Onésimo pareció dar oxígeno al Rayo. Porque sólo dos minutos después Eraña le hizo otro roto a la defensa y el goleador Glusevic puso las cosas en su sitio.
A partir de ahí el Extremadura sólo tuvo que mover el balón, abrir espacio y esperar. Eraña se dio un atracón de pases y el Rayo no tuvo a nadie para decidir.
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