Alemán con influencia italiana

Borussia Dortmund es, a la vista de la clasificación actual de la Bundesliga alemana, peor equipo que el Bayer Leverkusen. No obstante, las figuras del Dortmund, rival del Madrid en semifinales este miércoles, son jugadores veteranos con pelos en los colmillos y en situación desesperada. Sólo les queda la Copa de Europa, para salvar la temporada, y esto les convierte en un equipo capaz de todo.El pobre séptimo puesto que ocupan en la Bundesliga puede resultar engañoso. La temporada ha resultado hasta ahora un desastre para un equipo que limitó a un cambio de entrenador la reconversión necesaria tras ganar, 3-1 en la final, la última Liga de campeones frente a la Juventus. Fiel a su política de pescar en el mercado italiano, la directiva del Dortmund contrató a Nevio Scala, quien a sus éxitos con el Parma unía su condición de hablar bien alemán, aprendido por la vía conyugal, casado con alemana. El toque italiano en este equipo de máquinas alemanas viene ya desde hace años. En la posible alineación del Dortmund en Madrid, aparecen nada menos que cinco jugadores con experiencia en el calcio: cuatro de los cinco defensas, Reuter, Kohler, Binz, Julio César, y su figura en la media punta Andreas Möller. Al ganar la Copa de Europa en la pasada temporada, resultaba evidente que aquel equipo había tocado techo, pero sus directivos se durmieron en los laureles. A toda prisa, el Dortmund se ha visto obligado a recurrir a fichajes apresurados para tratar de remendar los huecos en el equipo. Llegaron así el líbero alemán Binz, procedente del Brescia italiano, y el delantero holandés Decheiver. La solución ha resultado un tanto chapucera.

Scala ha tenido además dificultades para hacerse con el mando en el equipo. El Dortmund, que por lo general no provocaba titulares escandalosos, se convirtió también en un buen modelo de casa de los líos. A pesar de su conocimiento del alemán, Scala chocó con la figura del equipo, Möller, por discrepancias tácticas. Pretendía Scala jugar con un sólo delantero en punta con Möller detrás y dejar la batuta en el centro de la pradera al portugués Paulo Sousa. Möller se rebeló y el equipo empezó a jugar mal y perder puntos. Al final, el gallito centrocampista se salió con la suya: Sousa, ex-Juventus, regresó a Italia y el Dortmund juega como dos puntas y Möller detrás de ellos como centrocampista adelantado.

El esquema del Dortmund es el casi inevitable en Alemania un clásico 3-5-2, que se convierte en 5-3-2 según la marcha del partido. En Madrid, Scala tiene un problema similar al de su colega Jupp (Pepe) Heynekes con Hierro: sustituir al líbero sanciona do Feiersinger. La solución más probable es colocar en el puesto a Binz, de 32 años, que hizo un buen partido este sábado contra el Duisburgo, pero que es capaz también de los mayores desastres. Por delante de Binz juegan dos torres de casi 1,90 de altura, ex-defensas del Juventus: el 98 veces internacional alemán Kohler, 32 años, y el internacional brasileño Julio Cesar, 35 años. Si se suman los meses que colean, el trío defensivo del Dortmund rebasa ya el siglo de edad.

El portero Klos, 26 años, es con 1,82 de los bajitos de la Bundesliga, capaz de las mayores hazañas y de grandes pifias. Klos ha entrado en conflicto laboral con el club y ha conseguido en la magistratura de trabajo alemana imponer que él Dortmund no ejerza el derecho de retención para poder fichar al final de temporada por un equipo escocés.

El peligro Möller

Por los carriles se mueven dos in ternacionales alemanes. Por la banda derecha lo hace el veterano también ex-juventino Reuter, con 31 años y ya de capa caída, con escasas posibilidades de jugar la fase final, del Mundial en Francia. Por la banda izquierda trabaja un Heinrich de 28 años, en plena forma y permanente objeto del deseo del Atletico de Madrid. Heinrich es titular en la se lección alemana, zurdo, pero maneja muy bien la derecha y resulta un peligro, cuando sube a . rematar de cabeza. Lleva Heinrich cinco goles en esta Bundesliga.En el centro del campo, el internacional alemán Freund, de 28 años, se ocupa del trabajo sucio y de cubrirle las espalda a Möller. El toque de calidad, además de Möller que merece párrafo aparte, lo pone el ruso But, un zurdo de 20 años que ha conseguido imponerse en el centro del campo del Dortmund con su buena técnica.

Andreas Möller, conocido como Andy, también ex-Juventus, es la figura del Dortmund. Se encuentra Möller en gran momento de forma, pero se trata de un jugador de escasa consistencia psíquica, capaz de las mayores hazañas, pero también de borrarse y desaparecer por completo, como si se lo hubiese tragado la pradera. No obstante, Möller por sus cambios de ritmo, regate y toque de balón es siempre un jugador capaz de resolver la eliminatoria. Su mote periodístico lo dice todo: le llaman Turbo Möler. Con, nueve goles, Möller es el máximo goleador del Dortmund esta Bundesliga. Otros nueve goles lleva marcados también el internacional suizo Chapuisat, de 28 años, que parece fijo en la punta del ataque. Al lado de Chapuisat, jugaba hasta el pasado sábado el holandés Decheiver, de 28 años, futbolista de altibajos capaz de lo peor y lo mejor, según se encuentre o no inspirado. Este sábado una leve lesión de Decheiver permitió jugar a Herrlich, de 26 años, un delantero arrebatado a golpe de talonario a¡ Mönchengladbach, pero que, tras llegar a internacional alemán, se ha quedado en una promesa frustrada. No obstante, Herrlich es un aceptable rematador que marca goles.

El Dortmund es un peligro en el juego aéreo, con varios rematadores de cabeza muy peligrosos. Cuenta además con algunos suplentes de calidad que pueden entrar en cualquier momento. Es el caso del joven Ricken, 21 años, que suele golear en las grandes ocasiones europeas y pueden dar testimonio de ello el Juventus en la final del año pasado. Finalmente, el Dortmund saca provecho del Westfalenstadion: una verdadera caldera, un estadio al estilo inglés.