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Nike deja de proveer a la ONCE y a la Vuelta, e intenta dejar el Tour

Carlos Arribas

Efímera ha sido la estancia Nike, el gigante norteamericano de ropa deportiva, en el negocio del ciclismo. La firma de Oregón ha roto su contrato con la ONCE y con la Vuelta, y también lo ha intentado hacer con el Tour, aunque ha debido dar marcha atrás por el gran coste que suponía rescindir su contrato. Fuentes de Nike han desligado esta decisión de los malos resultados de la empresa en el último trimestre. "Nuestra entrada en el ciclismo ha sido un error estratégico", explican. La Vuelta ha firmado un contrato con Adidas, rival de Nike en el mercado mundial, y la ONCE con Castelli, un especialista en ciclismo.

Nike entró en el ciclismo en 1996 poniendo su marca a los maillot distintivos del Tour -amarillo verde y de lunares-; poco después, contrató con diferentes equipos, entre ellos la ONCE, la llamada ropa de hotel - chándals, camisetas, polos, zapatillas y demás- El contrato con la ONCE, de cuatro años, incluía que a partir de 1998 Nike proveería al equipo de Manolo Sáiz de ropa de competición -maillots, culottes y zapatillas-, pero en diciembre pasado decidieron rescindirlo, aunque continuarán proporcionando ropa de hotel. También por entonces cancelaron su colaboración con la Vuelta, que incluía otras dos carreras de Unipublic, iniciada en septiembre y que, como en el Tour, consistía en firmar los maillots distintivos.La ONCE ha portado maillots Nike apenas tres meses, el tiempo que ha tardado Castelli en fabricar el nuevo material que Jalabert y compañía estrenaron en la Milán-San Remo el pasado sábado.

La empresa norteamericana había echado sus cuentas y vio que no le salía rentable introducirse en un mercado tan cerrado en la Europa continental como el ciclismo. "Las ventas no compensaban la inversión en desarrollo tecnológico, sobre todo en lo que concierne a la fabricación de zapatillas", dicen fuentes de Nike. El contrato con la ONCE, unos 20 millones de pesetas anuales, es una cantidad ínfima para las cifras en que se mueve Nike, que en 1997 tuvo una ventas, sólo en Europa, de 1.790 millones de dólares (unos 270.000 millones de pesetas). Con algunos clubes de fútbol, como el Juventus, los contratos son superiores a los 20.000 millones de pesetas. La Vuelta ni siquiera percibía compensación económica: a cambio de poner su logotipo en los maillots, Nike se comprometía a imprimir al final de cada etapa el nombre del equipo del líder.

"El ciclismo es un negocio muy especializado, en manos de fabricantes tradicionales y muy difícil para marcas que no tienen experiencia en el sector", apuntan fuentes conocedoras del sector. "Les habría salido más rentable entrar en el mercado de bicicletas directamente. Otros analistas interpretan que era más lo que Nike daba al ciclismo -una imagen acorde con el mercado global del deporte- que lo que recibía de las bicicletas.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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