"Sueño con marcar un gol en la final"

Panucci sacó a hombros a Raúl del terreno de juego. Morientes fue alzado por unos aficionados hasta su coche cuando dejaba el estadio y Karembeu salió corriendo sin querer perder mucho tiempo con los medios de comunicación. Hierro se fue llorando. El Madrid marcó tres goles, recuperó la alegría y el buen juego. En el vestuario hubo abrazos y fiesta por todo lo alto como en las grandes ocasiones.Las estadísticas oficiales del partido indican que Raúl no marcó. Otra cosa es lo que él dice. "Yo sé que en los dos goles he estado ahí y que en uno toqué el balón. Pero da lo mismo si es mío o de Morientes, lo importante es que el equipo está en las semifinales".

Cuando Raúl veía que el gol no llegaba a pesar de las numerosas ocasiones de las que disponía, su desperación crecía. Alzaba los ojos al cielo, se secaba el sudor con los faldones de la camiseta y seguía intentándolo. "He maldecido más de una vez. Me he llegado a desesperar en ocasiones. Algún día entrará... Lo importante es que me he encontrado a gusto y que el equipo ha recuperado el nivel de juego que perdimos en los últimos partidos. Ha sido una gran victoria, hemos jugado muy bien, sobre todo en la segunda parte. Ahora sueño con marcar un gol en la final. Si jugamos como sabemos, podemos ganar la Liga de Campeones".

Pero aquí no acaban los sueños de Raúl. "Y ahora, a por el Barcelona. La Liga no está decidida. No nos tenemos que rendir. El domingo próximo tenemos que proseguir con nuestro trabajo de darles caza. Por eso espero que mi primer gol sea entonces, ante el Compostela".

El segundo gol las estadísticas de la UEFA se lo dan a Morientes. Él no duda que el gol es suyo. "Lo toqué con la cabeza y cuando lo vi dentro, me marché a celebrarlo con Amavisca, que calentaba en la banda. Noté que alguien tocaba también el balón, pero el gol es mío y la UEFA así lo ha dicho".

Fernando Morientes sabe que los delanteros viven de los goles y el de ayer tiene un doble valor. Relegado a la suplencia durante las últimas semanas, el delantero necesitaba hacerse notar. "Estaba desesperado. Después de ser titular durante algunos partidos, regresé al banquillo sin ninguna explicación. Heynckes no me dijo nada, pero llegué a pensar que mi paso por aquí podría haber sido flor de un día. Ahora me he hecho notar otra vez y espero que la situación cambie para mí, y que Heynckes vuelva a contar conmigo. Estoy muy contento por este gol y por jugar, pero no me hubiera gustado hacerlo porque un compañero, en este caso Savio, se haya lesionado". Morientes no sueña, como Raúl, en marcar en la final sino en hacerlo ante el Compostela. "Será señal de que he jugado ese partido". Mientras Raúl y Morientes pugnaban por la autoría de un gol, Karembeu se marchó del campo a toda prisa a celebrar el suyo. En el minuto 50 Karembeu abría las puertas de las semifinales. Era su segundo partido en la Liga de Campeones y su segundo gol. "Quería jugar como fuera. Tenía la sensación de que esta eliminatoria era algo mío". Karembeu participó convaleciente de una lesión muscular que le hizo ir horas antes del partido al centro médico del Madrid para pasar una última revisión. "Espero que esta victoria nos permita recobrar la tranquilidad y así rendir al nivel que nos corresponde. Además, aviso, en la Liga todavía no hemos dicho la última palabra".