Hakkinen vence gracias a un pacto de amigos
Su compañero en McLaren, Coulthard, le cedió el paso al final
Un pacto de compañeros permitió al finlandés Mika Hakkinen comenzar la temporada de la fórmula 1 tal como la había acabado: ganando. El Gran Premio de Australia, que ayer se disputó en Melbourne, pudo escapársele si su compañero de equipo en McLaren-Mercedes, David Coulthard, no le hubiera permitido adelantarle en la parte final de la carrera, poco antes de entrar en la meta. El escocés no hizo más que cumplir un pacto. Los dos pilotos de McLaren salieron en la primera línea de la parrilla y acordaron que quien pasara la primera curva en primer lugar sería respetado por su compañero.Los dos McLaren demostraron durante la semana que eran los dos coches más fiables y los más eficaces del Gran Premio de Australia. Y la carrera confirmó lo que ya se intuía. Hakkinen y Coulthard salieron los primeros y así se mantuvieron durante las 58 vueltas al trazado de Albert Park. Al cruzar la primera curva en primer lugar, el finlandés ya sabía que, salvo imprevistos, acabaría ganando la carrera. Sin embargo, un malentendido entre él, y su taller le relegó a la segunda plaza.
Transcurría entonces la vuelta 36ª Hakkinen entró en talleres, pero cuando pasó por delante del reservado a su escudería comprobó que nada estaba preparado. Optó por regresar a la pista a toda velocidad y se paró cuatro vueltas después. Pero su compañero Coulthard ya le había superado. "Entré en mi box y estaba vacío. Me quedé perplejo", explicó el piloto finlandés.
A dos vueltas del final, el escocés aminoró su marcha para que Hakkinen pudiera adelantarle en la parte final de la recta. ¡Lo había olvidado!", indicó en tono irónico Coulthard para explicar los motivos de su decisión. Dave Ryan, nuestro director, me recordó el acuerdo que teníamos entre Mika y yo. Me aparté para dejarle pasar". Gracias a este gesto, Hakkinen pudo ganar su segunda carrera consecutiva, tras haberse impuesto en la última el año pasado, en Jerez de la Frontera. -
"Un gracias enorme, David", le dijo Hakkinen a su compañero de equipo. "Mientras iba en cabeza de carrera, siempre tuve una sombra que me seguía. Algunas veces muy cerca. Era David. Lo que hizo al final fue muy grande", agregó. La demostración de los dos monoplazas equipados con motores Mercedes y neumáticos Bridgestone -que logró su primer triunfo en F-1- fue magnífica. Las inquietudes de los adversarios de los McLaren durante la semana quedaron justificadas. En Melbourne nadie pudo evitar su aplastante victoria. Nadie estaba a la altura de estos dos bólidos y de sus respectivos pilotos. Ni el alemán Michael Schumacher (Ferrari), impotente antes de verse obligado a abandonar víctima de problemas mecánicos en la sexta vuelta, ni Jacques Villeneuve (Williarris-Mecachrome), actual campeón mundial, que acabó relegado a la quinta plaza tras haber equivocado los reglajes de su coche. La tercera posición fue para el segundo Williams, pilotado por Heiriz-Harald Frentzen, que se impuso en una interesante lucha por subir al podio, pero que fue doblado por los dos McLaren. Eddie Irvine (Ferrari) concluyó cuarto y Johnny Herbert (Sauber-Petronas), sexto.
Schumacher pareció desesperado en el momento del abandono, pero después recuperó la calma. "El motor se rompió. La temperatura subió de golpe y aún no sé por qué. Hasta entonces nuestros tiempos eran bastante buenos. Espero que en Brasil todo nos salga mejor", señaló el alemán. Villeneuve, en cambio, se sorprendió por la potencia de los McLaren. "Su supremacía es dificil de aceptar. Deberemos trabajar a fondo para mejorar. Sin embargo, he ganado dos puntos y ya estoy mejor que el año pasado", dijo.
"No se puede atribuir el éxito de McLaren sólo al sistema de frenado", dijo el ex campeón mundial Alain Prost tras la carrera. "Es un todo: un excelente chasis, un supermotor, y unos neumáticos especialmente brillantes". La cuestión que se planteó en Melbourne de forma generalizada es cómo será posible evitar que McLaren mate el Campeonato del Mundo y qué deberán hacer las restantes escuderías para situarse a un nivel similar. El pasado viernes, siete escuderías se mostraron disconformes con McLaren por el sistema utilizado en sus frenos. La Federación Internacional de Automovilismo dio una respuesta contundente: "Quienes no estén de acuerdo, ahora ya saben lo que deben hacer".
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