Banca, segundo capítulo

Nuevo capítulo en el camino hacia el euro de la banca. Primero fue la oferta pública de adquisición lanzada por el Santander sobre su filial Banesto. Ahora ha sido el aumento de capital del BCH, que eleva sus recursos propios casi 164.000 millones de pesetas. Las dos operaciones se han hecho sin salir de casa y con el único objetivo de reforzarse para estar bien situados ante otras posibles operaciones de mayor calado. El siguiente capítulo, ya se verá. Lo más probable es que no tarde.El BCH, que se ha preparado. y buscado el momento ideal para hacer la ampliación después de una subida meteórica en la Bolsa y antes de cualquier retroceso, trata de hacerse mayor, de sacar pecho, de demostrar que no es un banco comparsa y que quiere ser protagonista. Pretende hacerse ver, "romper el duopolio" (como reconocen dentro mismo del banco) que forman los dos grandes (Santander y BBV) y atajar, aunque en el banco lo nieguen, cualquier intento de compra por parte de inversores no deseados.

De ello se ha hablado mucho en los últimos tiempos. El banco que preside José María Amusátegui siempre ha estado en todas las quinielas de OPA o de fusiones como pagano. Si se tiene en cuenta que la entidad ha superado ya el largo proceso de saneamiento al que le llevó la fusión de los antiguos Central e Hispano, no extraña que sea objeto de deseo.

Pero el objetivo con el que llegó Ángel Corcóstegui al banco, del que ahora es vicepresidente, no parece que fuera precisamente ése. Al contrario. "Los que queremos comprar somos nosotros, pero ganando calidad y eficacia y no por tener más o menos activos". En la actualidad cuenta con 11,3 billones. Atención, pues, a sus movimientos.

Lo que está claro es que la proximidad del euro está acelerando los movimientos en el sector, obsesionado por el tamaño y por el temor a ser fagocitado. Los que presumían que la mundialización y el euro iban a influir poco han empezado a cambiar de opinión y se preguntan cuál va a ser el siguiente.

Hay apuestas para todos los gustos. Una fácil, porque la maneja mucha gente, es la que apunta hacia una alianza entre el BBV y el Popular. De hecho, el propio presidente del BBV, Emilio Ybarra, aseguró en una entrevista con este periódico que le gustaba el banco que presiden los hermanos Vals. ¿A quién no le gusta el Popular?, dijo. Luego figura Argentaria, que acaba de privatizarse en su totalidad y cuyos movimientos son una incógnita. Y están los bancos medianos, que gustan a muchos, y las cajas, que quieren crecer. Lo difícil es acertar.