Tres japoneses se suicidan por los malos resultados de sus negocios
Dos ejecutivos de un par de compañías familiares niponas, dedicadas a la venta de piezas para automóviles, y un profesional liberal asociado con ellos consumaron, la tarde del martes en un hotel de la ciudad de Kunitachi (en el extrarradio de Tokio), un suicidio pactado cuya causa se atribuye a las dificultades financieras que atravesaban en la actividad económica de su sociedad.
Según los últimos datos disponibles de la policía nipona, 478 ejecutivos de empresas se suicidaron en 1996 por asuntos relacionados con sus negocios, un 16,3% más que el año anterior.
El Gobierno de Japón ha sido incapaz hasta la fecha de alejar la sensación de inestabilidad que recorre todos los conductos de su economía. El pasado martes, las víctimas de la inseguridad en Japón fueron tres empresarios, que alquilaron habitaciones separadas en el hotel Le Piano.
Horas más tarde, Masaaki Kobayashi (de 51 años), Masaru Sudo (49) y Yoshimi Shoji (49) eran hallados sin vida por los empleados del hotel, colgados de los aparatos de aire acondicionado de sus respectivas habitaciones. Los tres socios bebieron cerveza juntos y dejaron notas para sus familias, en las que explicaban su deseo de quitarse la vida para alejarse de sus acreedores.
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