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Por amor a la cámara

Jóvenes europeos aprenden televisión en una moderna escuela danesa

Rosa Rivas

Si Hamlet hubiera querido ser realizador hubiera ido a Ebeltoft. De haber vivido hoy, el literario príncipe de Dinamarca estaría más entretenido en preparar localizaciones con un equipo o en reservar una sala de montaje en vez de vagar por sus pesadillas interiores. Porque en el European Film College (EFC) de Ebeltoft hacer cine o televisión es una empresa colectiva.Junto a un pueblo pesquero, en el Este de la península danesa de Jutlandia, a pocas horas de Copenhague y de la costa sueca, nació hace ahora cinco años, esta Escuela Europea de Cine, ubicada en un complejo de notable diseño arquitectónico. Sigue la tradición de las FoIk Schools o escuelas populares, creadas hace siglo y medio para brindar a los campesinos daneses una enseñanza liberal, dedicada a las artes, la cultura y el crecimiento personal, con un énfasis en el sentimiento de comunidad. Así, el equipo es la base de todas las actividades, y tanto profesores como alumnos colaboran, hasta para servirse la comida en el restaurante. También socializan con los espectadores de la zona los fines de semana, cuando convierten los auditorios (Pequeño y Gran Oso) en salas de proyección; controlan desde la programación a la taquilla.

En septiembre del pasado año comenzaron el curso, que terminarán en mayo. Casi nueve meses de "tocar el instrumental y no vivir sólo de teorías, como en otras escuelas", afirma Brian, alumno danés de 22 años. Desde los 19, sin límite de edad, la entrada está abierta para quien ame las cámaras y lo que éstas pueden captar y reflejar. Otro requisito fundamental (además del millón de pesetas del curso) es saber inglés. Con chicos y chicas de más de 20 países, el intercambio cultural está servido.

Ahora, dentro de un mes dedicado intensamente a la televisión, el centenar de estudiantes de la escuela reproduce la estructura de una cadena. El modelo es la cadena británica Channel Four, "ejemplo de televisión comercial con programación de servicio público", según afirma el director del EFC, el realizador danés Kjeld Veirup. El fundador de Channel Four, Sir Jeremy Isaacs, explicó estos días la realidad del medio y también lo hicieron dos ejecutivos de la multinacional Warner, provocando la inmersión de los 106 alumnos en el cóctel creatividad-negocio. Unos estudiantes se espantaron; otros se alegraron de abrir los ojos al mercado de los medios audiovisuales. "Esto es un juego de guerra donde todo el mundo está implicado. Nos metemos de cabeza en el histérico, vulgar, complicado, divertido y excitante mundo de la televisión", anima Veirup a su tropa."

Hay gente muy idealista, que cree en el trabajo personal y pausado. Desde luego, a todos nos gustaría triunfar", confiesa Thomas, hijo de danesa y andaluz y uno de los escasos individuos de pelo negro en un panorama blanquísimo y rubio. En el reparto de tareas del canal de televisión EFC, a Thomas le ha tocado ser reportero de programas culturales. Está muy satisfecho, "estoy venciendo mis inseguridades", dice, y quiere entrar de lleno en los documentales. Sueña con "hacer una historia con pasión y sentimientos, como en España".

Y como el resto de los alumnos, comparte el nerviosismo de los primerizos. Sus trabajos se verán en la televisión local de Aarhus, condado al que pertenece Ebeltoft. Han hecho noticiarios, informativos de fin de semana, magazines, programas de música, entrevistas, espacios infantiles, un culebrón... También han asumido tareas de compras, de organización de presupuesto, de gestión de derechos... También han aprendido a mandar. De ello sabe Lisa Tomlinson, escandinava-estadounidense elegida directora general de la cadena por el consejo del EFC. De 31 años y con estudios de mercadotecnia, cree que su "capacidad diplomática" le ayuda a tomar decisiones. "Una mujer cualificada y que crea en sí misma puede ser buena jefá", dice convencida. Le gustaría ser i)roductora de televisión y valora que la educación danesa sea menos competitiva que la de EE UU.

La escuela audiovisual de Ebeltoft ha logrado ser la más importante de Escandinavia, pero se quiere abrir a todos los jóvenes de Europa. De momento, entre su estudiantado faltan alumnos de la Europa mediterránea y abundan más los del Este. Precisamente para incentivar la formación de éstos, el actor sueco Max Von Sydow aporta ayuda económica. Junto a él, son miembros del comité honorario del EFC cineastas como Bemardo Bertolucci, Wim Wenders, Andrzej Wajda, Stanley Kubrick o Jean Claude Carrière. En su consejo de dirección figura una representante española, Margaret Nicoll, de Sogepaq, directora de compras de Canal +.

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Sobre la firma

Rosa Rivas
Periodista vinculada a EL PAÍS desde 1981. Premio Nacional de Gastronomía 2010. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense. Master en Periodismo Audiovisual por Boston University gracias a una Beca Fulbright. Autora del libro 'Felicidad. Carme Ruscalleda'. Ha colaborado con RTVE, Canal +, CBS Boston y FoolMagazine.

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