"Mucha gente me dice que estoy loco y tiene razón"

A David Meca, 24 años, le gustan los retos. Dice que esa osadía suya tiene que ver con lo cabezota que es aunque también reconoce que en todo ello hay un cierto grado de locura. Meca lleva tres victorias consecutivas y un segundo puesto en la Copa del Mundo de natación en aguas abiertas, además de una medalla de plata en los Mundiales de Perth. Pero no se conforma con eso y compagina las grandes aventuras por el agua con su carrera como actor. Su meta es ser otro Robert de Niro.Pregunta. Lleva unas semanas que no para. Cuatro carreras largas en pocos días.

Respuesta. Sí, primero nadé en Río de Janeiro, luego en Brasil y también hice dos pruebas más en Argentina.

P. En total 206 kilómetros. ¿No le parece una locura?

R. Sí. Sobre todo la carrera del Paraná. Nunca había nadado 88 kilómetros.

P. ¿Cuánto tardó en recorrer esa distancia?

R. Ocho horas y media.

P. Reconózcalo: pensó en dejarlo a mitad de carrera

R. No, fue antes, cuando vi el cartel que me puso mi entrenador de 2 horas 35 minutos cuando pensé en abandonar. Estaba roto y no creía en esos momentos que iba a poder aguantar.

P. ¿Pero en esos momentos, tan cansado, sabe dónde está y qué hace?

R. Cuando llevas más de una hora nadando, no sientes que estés dando brazadas. No sientes tu cuerpo, y tu mente tiene lagunas. Pero en esos momentos está tu entrenador para ayudarte.

P. O sea, que en esos instantes su mente la controla su entrenador y usted sólo es como una máquina.

R. Sin su ayuda sería imposible. Él me iba animando, contándome cosas, y se ocupaba de que no me deshidratara.

P. ¿Qué tomaba para aguantar?

R. Sólo bebidas isotónicas. Me tomé seis botellas de litro y medio. Pero adelgazé seis kilos, aunque cuando terminé estaba tan hinchado que parecía que había engordado 20. No sé por qué me puse así, probablemente de estar tanto tiempo en el agua.

P. ¿Cómo nadaba y bebía?

R. Entre brazada y brazada.

P. ¿Haría tampa y descansaría?

R. En otras pruebas menos exigentes a veces sí puedes parar un momento, pero en ésta, donde hay tanto nivel, es imposible.

P. Cuando salió del agua no se tendría en pie.

R. Era increíble. Estaba tan eufórico que no sentía nada. A otros participantes les tenían que echar mantas; yo no.

P. No me diga que no estaba cansado. Eso no se lo cree nadie.

R. Sí, claro, estaba agotado, pero me mantenía la alegría de haber ganado. Luego, por la noche, me dolía todo. Me tumbé en la cama y no sentía las piernas. Ese día no dormí nada, pero al siguiente me salió todo el cansancio que llevaba encima y dormí nueve horas seguidas.

P. ¿Por qué se pega esas palizas?

R. No lo sé. A principio de la temporada, de acuerdo con mi entrenador, decidimos probar suerte en las pruebas de la Copa del Mundo y ya sabía que esto era así. Es poner a prueba la resistencia de uno.

P. Para eso hay que ser bastante cabezota.

R. Sí, claro, si no es imposible dedicarte a esto.

P. ¿Le dirán que está loco?. Su madre por ejemplo.

R. Mucha gente me dice que estoy loco y tiene razón.

P. Pero, además de loco usted buscará otras cosas; por ejemplo, el dinero de los premios

R. Bueno, eso siempre viene bien, pero no es lo más importante. De la última, la de 88 kilómetros, creo que me van a dar unos 10.000 dólares (millón y medio de pesetas).

P. ¿Cómo alguien puede dedicarse a un deporte como éste?

R. Yo empecé a nadar a los cinco años. Tenía los pies planos y era un chico bastante debilucho. Mis padres me llevaron al médico y dijo que me vendría bien nadar.

P. Y usted lo tomó al pie de la letra.

R. Sí, aunque al principio no hacía esas cosas. Fue hace cinco años, cuando me fui a vivir a California. Allí conocí a mi entrenador, Mark Schubert, y él me aconsejó, por mi morfología, dedicarme plenamente a las pruebas de resistencia.

P. Pero en California usted también estudia.

R. Sí, estudio cine.

P. Supongo que interpretación. No creo que estar detrás de la cámara le vaya a usted.

R. Sí, quiero ser actor. Ya he hecho alguna película. Fui el amigo de Indiana Jones en una de ellas.

P. Además aspirará a ser alguien importante. ¿Como quién?

R. Mi ídolo es Robert de Niro.